Con gritos de "¡libre!" celebraba Antonio Brown no un título, sino su despido. Tan contento estaba que llamó a su abuela para contárselo.
Brown es uno de los receptores estrella en la NFL y, tras ser despedido, se hizo oficial un secreto a voces: un año de contrato con los New England Patriots.
El despido de Brown ha sido el culebrón del año. Oakland Raiders lo fichó al final de la pasada temporada pero, durante sus vacaciones en París, se quemó los pies usando una máquina de crioterapia.
Comenzó a faltar a los entrenamientos de los Raiders y, tras un verano de sanciones y tiras y aflojas, ha sido despedido. Ahora, podrá pelar por el anillo junto a Tom Brady.