"No tengo nada más que decir, solo quiero pelear": serio, sin medias tintas y con pocas ganas de bromas, así se mostraba Mike Tyson en la rueda de prensa previa al pesaje.

Y vaya si no está para tonterías. En la madrugada de este viernes en el AT&T Stadium de los Dallas Cowboys en Arlington, escenario donde se disputará la pelea en la madrugada del sábado al domingo, el excampeón de peso pesado lo demostró.

Jake Paul se acercó a él y le pisó, obteniendo como respuesta de 'Iron Mike' un bofetón que le cruzó la cara y que obligó a los equipos de ambos púgiles a intervenir para separar.

"Las palabras se acabaron", repitió el exboxeador de de 58 años, que volverá a pelear casi 20 años después de su último combate profesional, antes de abandonar el lugar.

Paul, por su parte, continuó con su actitud desafiante: "Ni sentí el golpe. El tipo está enfadado y ahora esto se volvió un asunto personal. Debe morir".

El combate repartirá un premio total de 60 millones de dólares, de los cuales 40 serán para Jake Paul y 20 para Mike Tyson.