Carolina Marín está pasando por uno de los momentos más duros de su carrera deportiva. La onubense, en las semifinales de París, se rompió el ligamento cruzado y los meniscos interno y externo de su rodilla derecha cuando ya vislumbraba una nueva final olímpica.
Las imágenes, tras más de 48 horas, siguen siendo desgarradoras. Desde el momento en que pierde la rodilla a cuando abandona el pabellón entre lágrimas. Desde esa secuencia en la que la onubense tuvo tiempo para charlar con He Bing Jiao, su rival en semis, y desearla suerte para la final.
Muy afectada estaba la china, que en el partido no quiso forzar en esos dos puntos que trató de jugar Carolina y que tras él rompió a llorar ante los medios de comunicación.
En la ceremonia del podio, He Bing Jiao subió a recoger su medalla de plata con un pin de España, algo que ha llegado al corazón de la onubense.
Y así dejó constancia en su comunicado en redes sociales: "Nunca había recibido tanto cariño, está siendo inabarcable"
"Pero seguro que me dejáis destacar a una persona. Animé a He Bing Jiao a disputar un buen partido en la final, pero el momento del podio es de los gestos más bonitos que han tenido hacia mí jamás", dijo Marín.
Carolina, en su 'post', compartió además la foto de la jugadora china con el pin de España en el podio de París.