Ya se ha confirmado. Ya se ha confirmado lo que se sospechaba pero no se sabía al cien por cien. Lo que se pensó en cuanto Carolina Marín perdió su rodilla derecha en la semifinal ante He Bing Jiao en París 2024. Porque los peores pronósticos se han cumplido. Porque la onubense se ha roto el ligamento cruzado... y también el menisco interno y externo de dicha rodilla.

Es la tercera lesión de este tipo que sufre Carolina. La tercera. La segunda en su rodilla derecha. En aquella ocasión sucedió en 2019, y necesitó siete meses de reposo. La peor, a nivel emocional al menos hasta ahora, fue la siguiente.

Porque en 2021, a dos meses de Tokio, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda. Además, adiós a los meniscos interno y externo. Es, exactamente, la misma lesión de ahora.

Regresó un año después

Necesitó aproximadamente un año para volver. Fue en Madrid, en los Europeos. En mayo de 2022. Ahí se hizo con el título. No fue sin embargo hasta diciembre cuando pudo por fin jugar sin dolor alguno.

En París, tras perderse Tokio por esa maldita lesión, estuvo cerca de la final cuando la rodilla derecha dijo adiós en un mal gesto en la pista.

Sus lágrimas, las lágrimas de su rival, los mensajes de apoyo, los gestos de la china en el podio... y sus palabras al llegar a España. Todo eso en apenas 24 horas... y ahora queda lo que queda.

Queda un proceso de recuperación física y mental que Carolina conoce, desafortunadamente, demasiado bien. Son tres, tres, las veces que se ha roto el ligamento cruzado.