Todavía duele la secuencia de la lesión de Carolina Marín. El momento en que su rodilla derecha se fue. Cuando no podía levantarse. Cuando trató de volver a un partido que tenía ganado para romper a llorar cuando sabía que no. Que no podía seguir. Entre lágrimas, y ovacionada, la onubense decía adiós a París de la forma más cruel posible.

He Bing Jiao, su rival en la semifinal, estaba tremendamente afectada por lo que sucedió con Marín. Lo estaba en la propia pista, y también fuera de ella. Ante los medios, la china no pudo evitar llorar al recordar lo que Carolina dijo al abrazarla.

Se ha colgado la plata, tras perder la final ante la japonesa An Se Young frente a la que Carolina se habría enfrentado de no ser por su lesión. En el podio, un detallazo.

Uno que no pasó desapercibido. Con la plata en su poder, y acompañada de las medallistas de oro y bronce, He Bing Jiao sacó un pin con la bandera de España con el que posó en las fotos junto a sus compañeras.

Tremendo detalle el de la jugadora china, acordándose de su adversaria y también compañera de profesión en uno de los momentos más complicados, sino el más complicado, de la carrera de Carolina Marín.

La onubense, que se perdió Tokio por una rotura de ligamento cruzado, abandonó en París por otra grave lesión de rodilla, en esta ocasión en la derecha, cuando enfilaba la final de bádminton.