Ariarne Titmus, medalla de plata de Australia en natación en 800 libres en París 2024, ha cargado con gran dureza contra la villa olímpica de los Juegos. La oceánica, en palabras en 'The Project', ha dicho que básicamente estar allí era como vivir "en la basura".

"Nos cambiaron las sábanas. La primera noche. Luego no lo hicieron de nuevo el resto del tiempo que pasamos allí. Era como vivir en la basura", afirma una nadadora que tiene más para lo que vivió en París.

Porque sus quejas no acaban ahí: "¿Glamuroso? Eso es tener una habitación grande, como la mía. El baño de mi apartamento es más grande que la sala de estar que teníamos allí para cuatro personas".

Luego, el tema del papel higiénico: "Teníamos que mentir. Si nos quedábamos sin rollos nos daban uno... para cuatro días. Para todo el apartamento".

A pesar de todo, dice que se siente hasta afortunada: "En realidad tuve mucha suerte..."

"Ya el décimo día me dieron un 'hermoso' colchón. Viendo lo que había allí tengo que dar gracias. Pero en realidad no era ni siquiera un colchón grande, eran tres secciones juntas".

Lo cierto es que no es la primera crítica que hay para París 2024. Es más, Thomas Ceccon, oro en natación en 100 metros espalda, prefirió dormir en un parque que en su habitación por el excesivo calor y el ruido que había.