Las imágenes ponen los pelos de punta. Este paracaidista se lanza al vacío buscando el límite de una pared vertical. Su compañero, desde lo alto, alucina: "No le veo, pero todo va bien".
El salto se tuerce cuando se percatan de que la zona de apertura está mal calculada. En ese momento, un golpe de viento cruza las cuerdas de su paracaídas.
Mientras corrige la posición del paracaídas, se dirige contra la pared de un acantilado. Por fortuna para él, corrige su posición a tiempo y consigue esquivarlo antes del impacto.