Un kayakista ha salvado la vida de milagro gracias al rescate de un amigo, que evitó que fuera succionado por un remolino. La secuencia es angustiosa.
En total estuvo atrapado más de siete minutos en la corriente, luchando por su vida, tratando de salir, pero sin conseguirlo. Sus amigos, a lo lejos, le animaban. Y uno de ellos se acercó al lugar.
Agarrado a una cuerda, el joven comienza a descender hasta donde se encuentra el kayakista atrapado. Se lanza al agua jugándose la vida y logra llegar hasta él.
Finalmente, agarra la embarcación y la acerca hasta la orilla. Su amigo, afortunadamente, pudo salir con vida de unos siete minutos más que angustiosos, en los que pudo terminar succionado por la corriente.