Podría haber sido la última medalla de España en París. Podría haber sido, también, una de las grandes sorpresas de la última jornada en los Juegos Olímpicos. Pero no. No pudo ser. Laura Heredia, en pentatlón moderno, terminó 17º con 1.124 puntos después de que la prueba de equitación lastrase por completo su participación.

Porque su caballo no estaba. El animal, que se escoge en sorteo al azar, reusó hasta en tres ocasiones a saltar un obstáculo y eso penalizó mucho a la pentatleta española.

Tras la prueba, Heredia habló sobre lo sucedido: "Estoy muy frustrada y triste. Iba muy bien con el caballo en el calentamiento".

"Ha debido afectarle el ambiente y el ruido. Vi que estaba un poco inseguro, y al entrar ya no me dio buen feeling", insiste.

Todo comenzó en el tercer obstáculo: "Ha derribado los palos y ya no ha querido saltar. Tampoco voy a darle más vueltas".

"Es algo que no depende de mí, y lo he dado todo como jinete. Esto es algo que podía pasar, soy consciente", sentencia.

El oro del pentatlón moderno fue para Michelle Gulyas, en un podio completado por Elodie Clouvel y Seungmin Seon.