Liam Ryan es un cura australiano aficionado al surf. Y ahora ha revelado la terrible historia que vivió en julio de 2020, cuando le salvó la vida a un amigo que había recibido el mordisco de un tiburón.
Ambos se encontraban surfeando en Bunker Bay cuando su amigo fue alcanzado en la pierna por un tiburón. Y entonces Ryan se puso manos a la obra para taponar la herida y evitar que perdiera sangre.
"No fue casualidad que estuviéramos allí ese día. Tampoco que la mordida se quedara a solo 2 centímetros de la arteria de Phil, permitiéndole vivir y no morir. No soy un héroe", ha afirmado en 'ACI Prensa',
"En el mar te sientes pequeño, recuerdo haber pensado que si quería nos comía a los cuatro como almuerzo, pero gracias a Dios no tenía mucha hambre", cuenta este cura aficionado al surf.
Surfear es, para él, "una experiencia divina": "Soy un sacerdote que hace surf. Para mí surfear siempre ha sido una experiencia divina, rezo siempre antes de surfear para que Dios me mantenga seguro y veo muchos paralelismos del surfing con la vida espiritual".