La NFL está de luto. El joven Max Tuerk, de sólo 26 años, ha fallecido en circunstancias que de momento se desconocen mientras caminaba junto a su familia por un bosque junto a la ciudad de Cleveland.
La familia ha anunciado su muerte y la policía de la zona está investigando lo ocurrido. "Max amaba a sus compañeros de equipo, entrenadores y escuelas. Era un hijo y un hermano mayor amoroso y su fallecimiento deja un agujero gigante en nuestros corazones", señala la familia en un comunicado difundido por los USC Trojans, equipo en el que militó hasta 2015.
Desde el final de la temporada 2018, Tuerk se encontraba sin equipo tras pasar por los Arizona Cardinals. Una grave lesión de rodilla y un positivo en un control antidopaje en el año 2017 provocó la ruptura final de su contrato.
Clay Helton, quien fuera su entrenador en los USC Trojans ha mostrado su profunda tristeza en un mensaje de Twitter: "Con el corazón roto por la pérdida de Max. Era una persona increíble, compañero de equipo y troyano. Nuestros pensamientos y oraciones están con su familia".
Tuerk, natural de Trabuco Canyon, en California, jugó al fútbol en el conocido instituto de Santa Margarita Catholic High, donde levantó un título estatal en la temporada 2011.