La violencia se ha vuelto a cebar con el deporte estadounidense. Después de que hace poco más de una semana un niño disparara a dos compañeros suyos de equipo, ahora ha sido un padre quién ha abatido a disparos al entrenador del equipo de fútbol americano de su hijo. La aparente razón del tiroteo habría sido el poco tiempo de juego que acumulaba el niño.

Este martes el Departamento de Policía de la ciudad de Saint Louis, Missouri, notificó el incidente. Shaquille Latimore, de 30 años recibió varios disparos de Daryl Clemmons, de 43 años, en la espalda, pierna, brazo y abdomen dañando así múltiples órganos internos de la víctima.

El suceso se habría producido tras una discusión después de un entrenamiento. A pesar de la brutalidad de la agresión, Latimore se encuentra estable: "Voy a estar bien. Es más psicológico que cualquier otra cosa".

El entrenador ha contado como pasó todo en un estremecedor testimonio: "No vi su arma hasta que ya era demasiado tarde. Corrí y él me disparó por la espalda. Me caí y él me disparó un par de veces más".

"Después de cada partido, intentaba criticarme... Después de que me disparó, fue como... 'Te dije que te iba a reventar'... Escuché a la gente correr y gritar", confesó.

Clemmons se entregó a la policía después del incidente y Latimore, a pesar de las graves lesiones, se encuentra estable y fuera de peligro después de haber sobrevivido a un nuevo caso de tiroteo en Estados Unidos.