Fue quitarse la bata que cubría su cuerpo y despertar todo tipo de reacciones. Michele Broili, de 28 años de edad, ha mostrado sus tatuajes en la pelea en la que se enfrentaba a su compatriota de origen marroquí Hassan Nourdine, de 34 años, los cuales contienen simbología fascista, más concretamente asociada al nazismo.
La batalla, que tuvo lugar el pasado domingo en la ciudad de Trieste, decidía al campeón de peso pluma italiano y fue presenciada en directo por multitud de espectadores, tanto aquellos que se encontraban en el evento, como los que siguieron la retransmisión desde la web de la 'Gazzetta dello Sport', además de los organizadores y varios miembros de la Federación Italiana de Boxeo.
Todos, incluido Nourdine, quedaron en shock en un primer instante al ver las calcomanías de Broili: "Cuando subí al ring y vi esos tatuajes, me quedé impactado". Sin embargo, no tardaron en aparecer comentarios de indignación en las redes sociales criticando a la propia federación por haber permitido su afiliación y participación.
De hecho, Broili había podrido disputar ya otros 15 combates hasta que se han dado cuenta de la situación. Desde la federación se ha comunicado que se tomarán medidas, pero la gravedad del asunto indica que pueda llevar a cabo una investigación criminal dirigida por la policía y la Fiscalía de la ciudad, según apuntan medios locales.
"Encontré esos tatuajes obscenos. No hay justificación", dijo Nourdine, quien ganó por unanimidad de los jueces. "La Federación Italiana de Boxeo debería haberse dado cuenta desde el principio que este boxeador tenía esas simpatías. La incitación al odio está castigada por la ley".
Los tatuajes en cuestión descubren claramente su ideología, como es la bandera con las letras SS -la mayor organización paramilitar de la Alemania nazi-, el número 88 -número relacionado con la supremacía aria que representa el 'Heil Hitler'- o el símbolo de 'totenkopf' -organización que se encargó de dirigir los campos de concentración del imperio.
Además de todos esa simbología nazi en forma de tinta, Broili también intercambió el saludo característico nazi con sus acompañantes antes de que diera que pisara el ring, y éstos también cantaron canciones nazis, según comentan algunos testigos.
Este caso reabre la polémica sobre la ley que no llegó a ser aprobada en las dos cámaras del parlamento italiano hace cuatro años en la que se quería prohibir todos los símbolos relacionados con el fascismo y el nazismo.
Sin embargo, en algunas ocasiones contadas se ha llegado a sancionar con hasta dos años de prisión a aquellos individuos que reaniman las ideas fascistas, lo que incluye el saludo con el brazo derecho estirado.
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"En mi opinión esto no es normal. Pero no puedo negar que ganar a alguien con esos tatuajes es una victoria que vale el doble", termina diciendo Hassan.