El surfista Mike Bruton estaba disfrutando de un día de surf junto a su hermano en Seal Rocks (Sídney). De repente, cuando estaba esperando a una ola, un tiburón le atacó.
"Apareció de la nada, me golpeó directamente desde abajo", cuenta Bruton a '9News'. En ese momento, salió disparado, siendo separado de su tabla.
Se estima que el tiburón era de casi tres metros de largo por las palabras Bruton: "No podías abrazarlo, así de grande era".
"Sentí como si me atropellase un autobús", cuenta al 'Daily Telegraph'. Finalmente, pudo salvarse y llegar a la orilla con su tabla, donde realmente se dio cuenta de la gravedad de lo ocurrido.
"Tuve mucha suerte de que golpease a mi tabla y no a mí", cuenta.