Lo que le ha ocurrido a Michael Packard, buceador de 56 años, es absolutamente increíblemente. Fue devorado por una ballena y unos 30 segundos después volvió al agua.
Él mismo ha contado en una entrevista a la 'CNN' cómo sucedió todo: "Sentí un empujón y de repente todo estaba negro. Podía sentir que me movía, y a la ballena apretando los músculos de su boca".
Unos 30 segundos después todo terminó: "Lo siguiente que recuerdo es que vi luz, que empezó a agitar la cabeza y de repente estaba fuera de la ballena".
El buceador, de 56 años, fue rescatado en el agua por una persona que le encontró a la deriva. Inmediatamente después fue trasladado al hospital donde se le están realizando pruebas.
"Me dije a mí mismo: ‘Está bien, esto es todo. Voy a morir’. Y pensé en mis hijos y mi esposa. No había forma de salir de ahí", detalla, pero sí salió y afortunadamente vive para contarlo.