A una de las pruebas más duras se le une además unas temperaturas extremas. "Sé que será una carrera de superviviencia", cuenta Saleta Castro, algo a lo que tendrá que enfrentarse la triatleta española Saleta Castro en el Ironman de Frankfurt.
"El domingo se espera una temperatura de casi 39 grados", asegura. Nadar, pedalear y correr con casi 40 grados de sensación térmica.
Para soportarlo, la alimentación es fundamental, "centrada en líquido más que en sólido". "A partir de la tercera hora empezaré a meter pastillas de sales cada media hora para no deshidratarme", comenta Saleta, que ha estado entrenándose para ello con unas condiciones parecidas.
Los organizadores tienen tanto miedo a esta ola de calor,que han cambiado parte del recorrido. En lugar de correr por la orilla del río, alejarán el recorrido unos 60 metros. De esta forma, los triatletas recorrerán unos 700 metros más a la sombra.
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