Un coche se salta un semáforo en Michigan. La policía lo sigue y acaban en una gasolinera. Las ordenes de los agentes son claras: "Siéntese en su coche".
Es Malik McDowell, jugador de los Seattle Seahawks, uno de los equipos más importantes de la NFL. Su estado de embriaguez es evidente.
Acaba obedeciendo, pero se niega a dar la documentación a la policía y entra en la tienda. McDowell quiere más bebida, pesa 130 kg y el agente no puede con él.
Apuntándole con un arma, el jugador pide hablar con un mando policía. Ante la negativa, McDowell ataca al agente y acaba reducido por la descarga eléctrica.
Lo intentan esposar, pero es necesario la presencia de un segundo policia para hacerse con él. McDowell finalmente fue arrestado y se enfrenta a cargos de asalto y resistencia a la autoridad.
Actualmente no tiene equipo y con la publicación de estas imágenes su contratación está más difícil que nunca.