Los disparos se entremezclan con los gritos de pánico de la gente. Jugadores sin saber bien qué ocurre, aficionados tirados en la grada totalmente desorientados.
Este partido de fútbol americano acaba de ser testigo de un tiroteo en la grada. Cuando los deportistas se dan cuenta, echan a correr. Lo mismo que los espectadores.
Un ataque que ha dejado al menos 10 heridos, todos jóvenes de entre 15 y 18 años. Cinco de ellos permanecen en estado crítico. La policía detuvo a dos personas.