La pelea de boxeo entre Angela Carini y la boxeadora argelina, que tuvo lugar en París, se ha visto envuelta en una creciente controversia tras la retirada inesperada de Carini a los 47 segundos de combate. La boxeadora italiana, visiblemente afectada, expresó su descontento diciendo: "No es justo, no es justo... pega demasiado fuerte".
El motivo de su retiro radica en las acusaciones contra su oponente argelina, quien ha sido objeto de críticas debido a sus altos niveles de testosterona, un tema que ha reavivado el debate sobre la equidad en el deporte femenino. Aunque estos niveles están dentro de los límites permitidos por el Comité Olímpico Internacional (COI), Carini argumenta que representan una ventaja injusta.
Mark Adams, portavoz del COI, defendió la normativa actual, afirmando que "la testosterona no es una prueba perfecta". Adams explicó que existen mujeres con niveles elevados de testosterona que pueden competir sin problemas en el deporte femenino, rechazando las pruebas de sexo como una solución viable.
La controversia no es nueva para la boxeadora argelina. El año pasado, la Asociación Internacional de Boxeo llegó a descalificarla por motivos similares, aunque la decisión fue revertida posteriormente. La situación actual ha llevado el debate a nuevas alturas, con figuras políticas como la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuestionando la equidad de la competencia. Meloni comentó: "Con estos niveles de testosterona, esta no es una competencia equitativa. No se debe autorizar a deportistas con atributos masculinos en competiciones femeninas".
El debate se ha intensificado en redes sociales, con figuras como Isabel Díaz Ayuso y Javier Milei criticando la decisión de permitir la participación de la boxeadora argelina. En medio de esta polémica, Carini, emocionalmente afectada, terminó la jornada llorando y se negó a estrechar la mano de su oponente tras la pelea.