El pasado mes de marzo, durante Indian Wells, Jannik Sinner dio dos veces positivo por la sustancia clostebol, un esteroide anabolizante que pertenece al grupo de los corticoides y que está prohibido por todas las agencias mundiales de antidopaje.

Al parecer, ingirió dicha sustancia por un spray aplicado en una herida por Giacomo Naldi, su fisioterapeuta y extrabajador del Virtus Bolonia, donde se dio al menos un caso similar al de Sinner con la misma sustancia. Cuando menos, llamativo.

Sin embargo, la noticia no trascendió debido a las alegaciones de sus abogados y pudo seguir compitiendo sin recibir una sanción cautelar porque recurrió ofreciendo unas explicaciones demostrables.

Seis meses después, habiendo quedado en secreto todo el proceso, el número 1 del mundo ha sido exonerado por la Unidad de Integridad del Tenis (ITIA) al considerar involuntario el consumo de la sustancia prohibida.

Tan solo se le han restado los puntos obtenidos en Indian Wells y el dinero conseguido por llegar a una final que perdió ante Carlos Alcaraz.

Y es aquí donde surge la gran incongruencia: ¿Por qué le quitan los puntos y el premio económico si le consideran inocente?, ¿ha habido trato de favor de una ATP con clara predominancia Italia?

El mundo del tenis estalla

Tras salir a la luz el veredicto y el comunicado de Sinner, varios fueron los tenistas que se pronunciaron en redes sociales.

Nick Kyrgios fue uno de los más duros: "Es ridículo. Ya sea accidental o planeado. Das dos veces positivo con una sustancia prohibida, esteroides. Deberías estar fuera durante dos años. Tu rendimiento mejoró... Crema para masajes. Sí, está bien".

Denis Shapovalov tampoco tardó en salir al paso recordando "lo que sienten ahora mismo todos los demás jugadores que fueron sancionados por sustancias contaminadas. Diferentes jugadores, diferentes reglas".

Es el caso, por ejemplo, de Kamil Majchrzak, que estuvo 12 meses sin poder competir por ingerir una bebida isotónica con una sustancia prohibida.

Y, con razón, el polaco estalló: "Unas horas antes de mi partido he recibido esta noticia tremendamente chocante y dolorosa para mí. No voy a entrar en detalles por mi salud mental, pero no el hecho de no haber podido defenderme en un tribunal durante todo mi caso, mientras otros pueden jugar con normalidad en la misma situación que viví yo, no me da paz. Estoy devastado y abrumado".

"Quizá deberían dejar de tomarnos por idiotas ¿no?", apuntó Lucas Pouille sobre un caso que ha tenido un devenir muy distinto al de, por ejemplo, Simona Halep y Nicolás Jarry, que sí fueron sancionados.