Paula Badosa ha recuperado la sonrisa. Se ha reencontrado con su mejor tenis y llega al US Open de Nueva York en el ranking. Atrás han quedado ya todos los problemas físicos que sufrió, especialmente en la zona de la espalda donde tuvo que infiltrarse.

En 'La Ser' ha reconocido que vive un momento fantástico: "Me veo jugando mejor y me veo mentalmente mejor. Mi estilo de juego ha cambiado un poco. Me toca cambiarlo, por la evolución del tenis. Ahora es todo mucho más agresivo y más rápido. Estoy más enfocada al saque y al resto".

Por fin está jugando sin dolor. Y para conseguirlo ha tenido que esperar mucho tiempo. "A mí lo que más me preocupaba era la espalda, que me respondiera. No me estaba respondiendo, no lo hacía hasta que me infiltré una vez más antes de Roland Garros y desde entonces no he tenido ni una molestia más y estoy muy contenta con eso", detalla.

Los médicos le llegaron a recomendar que parara su carrera durante al menos un años porque las infiltraciones ya no funcionaban: "Lo raro era que yo me tuviera que infiltrar tanto. Para ellos mi recuperación era estar un año parada, volver, máximo una infiltración y olvidarte del tema... Pero me dolía y no me servían la infiltraciones".

"Me dijeron que la única solución era casi la retirada. Me decían que tirase de infiltraciones, que son un parque que te tapa el dolor. Al final te estás poniendo mierda, corticoides y todo, en el cuerpo... por lo que cambia mucho tu físico. Pasas de ser una atleta a no serlo. Te hinchas y coges más peso. Me costaba las infiltraciones", sentencia Badosa.

Ahora llega el US Open, un torneo donde todavía no ha encontrado su mejor versión. Pero este 2024 podría ser el momento: "Me preguntas por el US Open y digo... si no he pasado nunca de segunda ronda. Nunca había jugado tan bien en esta gira y he decidido no quejarme más de las condiciones".