Rafa Nadal ha empezado con trabajo la defensa de su título en el Masters 1.000 de Montecarlo, tercero de la temporada, después un exigente debut este miércoles frente al británico Kyle Edmund (6-0, 5-7, 6-3) y ahora le espera un escollo aún más difícil en octavos de final ante el alemán Alexander Zverev, verdugo de Feliciano López (6-0, 6-4).
Se presagiaba un debut cómodo para el nueve veces ganador en el Principado, al menos tras lo visto en el primer set, que se apuntó con un 'rosco' en 29 minutos frente a un rival desarbolado al que nunca se había enfrentado en su carrera.
La inercia positiva alcanzó hasta el 2-1 con 'break' arriba del segundo set, momento en el que Edmund decidió que no había nada que perder y empezó a soltar el brazo. Esa agresividad, traducida al final de partido en 34 golpes ganadores -por 19 del balear-, originó una racha de tres juegos y dos roturas de servicio (2-4) que dejó entrever que el partido no sería tan corto. De hecho, acabaría durando dos horas y 17 minutos.
Mucho sin jugar
Nadal, que llevaba 17 días sin jugar desde la final perdida en Miami ante Roger Federer, se agarró la pista decidido a acumular el desgaste justo y aguantó hasta el 5-5, pero el número 45 del ranking mundial volvió a mostrarse inspirado para encadenar otros dos juegos y equilibrar el partido.
En el último set, el diferencial de errores no forzados (16-44) y la mayor experiencia de Nadal en una de sus pistas favoritas acabó imponiendo la lógica, aunque el inglés sobrevivió hasta el 3-3. El cuarto cabeza de serie ya no permitió más desajustes y, tras la interrupción del juego por culpa de una paloma que quiso verlo de cerca, cerró un pase bastante luchado.
Su rival en octavos será Zverev, uno de los jugadores más prometedores del circuito y que cumplirá 20 años precisamente este jueves. Buena muestra de su talento dejó el joven talento alemán ante Feliciano López, al que despachó en menos de una hora, concretamente en 59 minutos.
Los precedentes contra Zverev
Zverev se apuntó un 'rosco' en el primer parcial, que apenas duró 22 minutos, y solo rebajó su nivel momentáneamente en el ecuador del segundo, cuando el español pudo lograr su único 'break'. Sin embargo, poco duró esa reacción y se confirmó el triunfo de un jugador que siempre ha puesto en apuros en Nadal.
De hecho, el balear se ha impuesto en sus dos duelos precedentes ante el alemán en el circuito, pero en ambos casos tuvo que remontar y batallar hasta lograrlo, primero en Indian Wells 2016 (6-7, 6-0, 7-5) y más recientemente en el pasado Abierto de Australia, donde la contienda se alargó a los cinco sets (4-6, 6-3, 6-7, 6-3, 6-2).