Maroon 5 desató una lluvia de fuego y cohetes en una actuación mediocre que solo brilló por unos momentos a ritmo de tambores con "Girls Like You" y que ignoró la polémica racial que ha rodeado a la gran final de la liga de fútbol americano, el "Super Bowl".
Uno de los aspectos más comentados fue la decisión del líder del popular grupo de pop rock, Adam Levine, de ir desnudando su torso mientras avanzaba el espectáculo: apareció con una chaqueta negra con una raya roja y acabó sin camiseta, luciendo tatuajes, incluido uno con el nombre del estado de California.
Originarios de Los Ángeles (California), Maroon 5 recurrió a los éxitos del disco "Songs About Jane" con el que debutaron en 2002. Tocaron "Harder to Breathe", "This Love" y "She Will Be Loved", momento en el que unas linternas de papel dibujaron en el cielo la palabra "LOVE" ("AMOR").
Sin embargo, para muchos, el mejor momento llegó a mitad de la actuación cuando un coro y un grupo de músicos con tambores se unieron a Levine para entonar el single que lanzaron el año pasado "Girls Like You", que en la grabación cuenta como invitada con la rapera de origen latino Cardi B.
Unas 100 millones de personas estaban siguiendo la actuación de Maroon 5 desde casa y, para ellos, también hubo algún guiño. En concreto, la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) mostró durante unos segundos unas imágenes del personaje de animación Bob Esponja, protagonista de la serie que narra las aventuras de una esponja de ojos azules que vive dentro de una piña en la ciudad de "Fondo Bikini".
La NFL mostró las imágenes de Bob Esponja, que aparecía bailando, para homenajear a su creador, Stephen Hillenburg, que murió el pasado mes de noviembre a los 57 años. Bob Esponja y Maroon 5 no fueron las únicas estrellas del intermedio del "Super Bowl". Los raperos Travis Scott y Big Boi también saltaron sobre el escenario.
Scott entonó parte de su tema "Sicko Mode", que ha sido muy censurado en televisión; mientras que Big Boi entró por la puerta grande montado en un coche clásico mientras el público le aclamaba y, luego, se subió al escenario con un abrigo de piel mientras cantaba un segmento de "I Like The Way You Move".
Todos cantaron sobre un escenario en forma de "M" gigante que se extendía a lo largo de más de 36 metros en el terreno de juego y que lanzaba cohetes y columnas de fuego. Ninguno de los artistas hizo referencia a la polémica racial que rodea la final del "Superbowl" y su actuación no tuvo ninguna sorpresa, evitando a la liga de fútbol americano cualquier dolor de cabeza.
Marroon 5, Travis Scott y Big Boi mantienen que su aparición en el escaparate de la "Superbowl" es una oportunidad para dar a conocer su música, pero esas razones no convencieron a intérpretes como Rihanna o Pink, que se negaron a actuar por una polémica vinculada con la comunidad afroamericana.
La polémica lleva el nombre del jugador Colin Kaepernick del equipo "San Francisco 49ers" que, el 27 de agosto de 2016, decidió mantenerse arrodillado mientras sonaba el himno nacional de Estados Unidos en protesta por los excesos de la policía con la comunidad negra, causa de numerosas muertes polémicas en los últimos años.
Dos años y cinco meses después de su gesto, que fue seguido por decenas de futbolistas, Colin Kaepernick no ha podido ser contratado por ningún equipo profesional desde marzo 2017 debido a un supuesto boicot de la NFL y, además, ahora existe una nueva normativa que obliga a los jugadores a estar de pie durante el himno.
En las últimas semanas la tensión ha ido creciendo y los que respaldan a Kaepernick llegaron a recolectar unas 114.000 firmas para pedir a Maroon 5 que no actuara en la final deportiva. "Kaepernick -rezaba la solicitud- arriesgó su carrera por arrodillarse por la igualdad y la NFL lo ha castigado por ello.
Hasta que la liga no cambie sus políticas y apoye el derecho constitucional de los jugadores a protestar, ningún artista debería aceptar trabajar con la NFL". La otra cara del "Superbowl", además del deporte, fueron los anuncios publicitarios que lucieron, entre otros, los rostros de Harrison Ford, convertido en el gruñón dueño de un perro en un anuncio de Amazon.
La cadena CBS, que retransmitió el partido este año, se embolsó entre 5,1 y 5,3 millones de dólares por 30 segundos de anuncio. Los Patriots de Nueva Inglaterra se proclamaron campeones de la 53 edición del Super Bowl al vencer por 3-13 a los Rams de Los Ángeles.