El impacto del luchador de wrestling de 27 años fue tan brutal que le provocó "fractura de cráneo, una hemorragia cerebral y pérdida auditiva permanente en un oído", tal y como él mismo ha explicado en sus redes sociales.
Shawn Phoenix fue trasladado de urgencia a un hospital y fue dado de alta seis días después. "Los riesgos en la lucha libre (wrestling) son reales y los accidentes pueden ocurrir. Estoy bien... soy irrompible", tranquilizó a sus seguidores Phoenix.