Es una eminencia en las artes marciales, pero su gran pasión es batir record Guiness. Tras comprobar que no hay trampa, arranca su último gran reto.
Es una máquina diseñada para partir nueces con el codo. Acompaña la ejecución con un sonido peculiar, muy suyo, aunque de repente lo cambia.
Los últimos segundos se le hacen cuesta arriba. Acaba de partir 229 nueces en un minuto, aunque otro día ya lo hizo con la cabeza.
Las nueces se van abriendo como si fuesen de papel. La pregunta es cómo acaba su frente y la respuesta... duele. Aunque nada le asusta, también ha probado con las latas de cerveza.
Queda claro que están llenas y que tiene la cabeza muy dura. Alguno de los récords son pura habilidad. No es el caso de reventar 51 sandías en un minuto.