Lo más normal del mundo es ir a jugar un partido de golf y que, en mitad del juego, un cocodrilo llegue y quiera sumarse a la diversión.
Eso es justo lo que pasó en el Idlewild Golf COurse de Patterson, en Louisiana. En plena partida, un gigantesco réptil decidió pasarse por el 'green' para dejar sin bola a los jugadores.
A los cuatro jugadores, que se quedaron, claro está, incrédulos ante lo que acababan de presenciar.
Aunque en el vídeo no se ve, es improbable que alguno de ellos decidiese intentar recuperar la bola de dentro de las enormes fauces del cocodrilo.
Más que nada porque la mandíbula de este tipo de animales podría partir troncos de árboles...
Bola perdida en un campo de golf por el motivo más común de todos los posibles: que un cocodrilo llegue y recoja el objeto con sus gigantescos dientes.