La presidencia de Miguel Blesa en Caja Madrid ha quedado retratada. Lo han hecho los centenares de correos electrónicos que ha sacado a la luz la investigación del juez Elpidio José Silva.

Mails que revelarían, por ejemplo, el modo de actuar de Miguel Blesa en el escándalo de las preferentes. Pero esa documentación es inservible a efectos jurídicos. El TSJ de Madrid le prohíbe al juez Silva investigarlos porque corresponden, según dice, a la intimidad de Blesa.

Lo cierto es que esos correos destapan las formas empleadas por quienes llevaron a Caja Madrid al desastre. Tratos de favor entre amigos, inversiones ruinosas o lujos costeados por la entidad, incluso opacos a la Hacienda pública. Según el juez, los correos muestran indicios de delito continuado por parte del expresidente de la entidad.