Carmen y Carlos no ven una solución a la faena que les han hecho. Tampoco podían ver el contrato que firmaron en julio de 2009 por el que adquirían preferentes. Son ciegos, pero eso ya lo sabían en la sucursal: "¿Cómo voy a conocer el producto, si no lo puedo leer ni me lo ha leído nadie?"

Un día depositaron 80.000 euros en su oficina. Creen que abusaron de su confianza, y desconfían del arbitraje: "Nos parece otra estafa más, un maquillaje para volver a engañar a la gente".

Alberto es otro de los 80.000 afectados por las preferentes en Bankia. Él tampoco confía en el arbitraje: "La misma auditora que se encarga del arbitraje, es la que defiende a Bankia en los juzgados". Además, denuncia con documentos que Bankia sabía del peligro de las preferentes.

De forma solemne, hace dos meses PP y PSOE anunciaron un pacto para ayudar a los afectados. Todo ha quedado en nada, según denuncia el PSOE. El grupo socialista va a presentar una moción para regular un arbitraje, que solucione la faena a todos los Carmen y Carlos de nuestro país.