Las protestas de agricultores y ganaderos continúan. Este martes, 4 de febrero, miles de productores han ocupado las calles de Toledo con centenares de tractores para protestar por la crisis del sector provocada, a su juicio, por la ausencia de precios justos, el desequilibrio de la cadena alimentaria, los recortes en las subvenciones de la Unión Europea o los aranceles a algunos productos estrella.

En este sentido, los trabajadores del campo aseguran que "la situación es insostenible" y reivindican "una ley fuerte de la cadena alimentaria que prohíba que un agricultor pueda vender por debajo de los costes de producción". Así lo ha explicado ante las cámaras de laSexta Blanca Corroto, presidenta de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Toledo.

"El 2019, especialmente, ha sido un mal año. No ha habido prácticamente cosechas y los precios han sido muy bajos. Es una situación es insostenible y, de seguir así, las explotaciones tendrán que cerrar", ha apuntado Blanca Corroto al respecto.

Por su parte, Ángel Estanislao Galve, secretario general de COAG en Castilla-La Mancha, ha pedido "al Gobierno que controle la competencia desleal y participe en las negociaciones europeas". "No podemos seguir así, esto lo soportamos a nivel nacional. Tienen que tomar cartas en el asunto de manera inmediata", ha apostillado.

Piden "precios justos" y la "creación de una mesa interministerial" para solucionar la crisis

Precisamente, ASAJA es una de las organizaciones que ha convocado la manifestación de Toledo y otra protesta que se llevará a cabo este miércoles frente al Ministerio de Agricultura, en Madrid. "Nuestras producciones agrarias y ganaderas tienen los mismos precios que hace 30 años, pero vivimos y compramos los medios de producción a precios actualizados. Gastamos como en 2020 y cobramos como en el siglo pasado", han denunciado en un comunicado.

"Exigimos una política de precios justos que favorezca la rentabilidad de las explotaciones y la creación de una mesa interministerial para solucionar este problema", añaden en un escrito en el que también solicitan "la modificación y mejora de la aplicación de las leyes de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria".

Esta movilización se suma a las que se sucedieron hace solo una semana en otras provincias, como Jaén, donde unas 20.000 personas cortaron las carreterasprincipales con unos 7.000 tractores. Los agricultores extremeños también se echaron a las calles para denunciar que la actividad en el campo ya no es rentable.

La respuesta del Gobierno: una mesa de diálogo agrario

Ante la situación crítica que viven agricultores y ganaderos, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado el desarrollo de una mesa de diálogo a nivel europeo. "Si no hay un compromiso común, va a ser difícil salir de este problema. Todas las partes implicadas tienen que dialogar", ha señalado Luis Planas tras el Consejo de Ministros.

Así, el titular de Agricultura ha asegurado que "el Gobierno tiene claro que el apoyo a este sector es un elemento del futuro". Si bien ha dejado claro que no pueden "marcar los precios", ha realizado varias propuestas al respecto: Incrementar la dotación de seguros, modificar la ley de la cadena alimentaria, acabar con la competencia desleal y dar más publicidad a las sanciones a los que incumplan la normativa.

Además, Planas ha anunciado que continuará reuniéndose con agricultores y ganaderos para impulsar "una norma de autorregulación". "Estamos trabajando en un plan estratégico nacional donde abarcamos todos los sectores y vemos los márgenes de cada sector productivo, ha señalado en este sentido.

Según Planas, la subida del SMI "no tiene nada que ver" con las movilizaciones ni con los problemas del campo.

Ha asegurado que la subida del SMI no es un factor "determinante y fundamental" que explique los problemas del campo, por lo que cree que se ha generado un "falso debate" en torno a ello.

Ha reiterado que la subida salarial "no tiene nada que ver, ni con la movilización ni con la situación" del sector primario que, a su juicio, son "un problema de precios y márgenes".