Un juez de Madrid ha archivado una querella que interpuso una sociedad contra tres empleados de Bankia, a los que acusaba de estafa por la venta de preferentes de Caja Madrid por valor de cuatro millones, al considerar que fue "una inversión fallida en unos momentos económicos excepcionales".
En un auto, el titular del Juzgado de Instrucción número 50 de Madrid considera que no constan "elementos de prueba suficientes" que demuestren los hechos denunciados por la empresa y, por tanto, no existió engaño, requisito esencial para que concurra un delito de estafa.
La sociedad se querelló contra tres empleados de Caja Madrid, ahora Bankia, explicando en su texto que cuando la entidad financiera tuvo conocimiento de que disponía de 4 millones de euros, los empleados le ofrecieron invertir ese dinero en preferentes.
Sin embargo, según el juez, aunque la vendieron como una inversión segura, ésta "no se realizó por una persona sin preparación o conocimiento de los mercados financieros". Y ello porque una empresa constituida como sociedad anónima y con un "volumen importante de negocio, tal y como se deduce de la cantidad que se invirtió", contaría con los "oportunos asesores financieros y jurídicos que deberían haberse dado cuenta" del riesgo del producto y "no solo de la alta rentabilidad del mismo".
Asimismo, precisa que "las vicisitudes económicas en las que se han visto determinadas entidades financieras en estos últimos años -Bankia, CCM, Caixa Catalunya, etc.- pueden calificarse como excepcionales y sorpresivas".
En ningún momento, sostiene la sentencia, la empresa "tuvo la impresión" de que la entidad "tuviera que ser finalmente rescatada" para "evitar su quiebra". "A la vista de ello no se deduce de lo actuado la existencia del engaño -requisito esencial del delito de estafa- sino que más bien nos encontramos ante una inversión fallida en unos momentos económicos excepcionales", concluye.
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