La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha alertado de que la incertidumbre asociada a la crisis institucional en Cataluña podría reducir al 1,5% el crecimiento económico de España en 2018 en el peor escenario, frente al 2,3% apuntado por el Gobierno.

Esta "crisis institucional" restará entre 0,4 y 1,2 puntos porcentuales al crecimiento del PIB el próximo año -tomando como base un repunte del 2,7, que es el escenario central de la AIReF-, en función de si el impacto es temporal o se cronifica, han apuntado fuentes de la institución.

La crisis institucional en Cataluña "necesariamente va a tener impactos económicos y que pueden ser incluso muy significativos", según la AIReF, aunque resultan difíciles de cuantificar porque se desconoce su duración e intensidad.

Theresa May

La Autoridad distingue entre dos tipos de impactos: uno común, por el que la incertidumbre afecta a decisiones de inversión o consumo y, por lo tanto, al crecimiento, y otro "más directo" en Cataluña que por el momento resulta difícil de calcular y que redundaría en el resto del país.

Para avanzar en este sentido, la AIReF está trabajando en una herramienta que actualice en tiempo real las previsiones de PIB para Cataluña a medida que se conozcan los diferentes indicadores, similar a la que ya existe para el conjunto del país.

Para este año, la AIReF confía en que se mantenga el crecimiento económico gracias a la inercia actual, ya que haría falta "un shock particularmente alto" en los próximos meses para que el repunte bajara del 3%, lo que tiene menos el 15% de probabilidades de ocurrir.

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De hecho, esta "solidez" del crecimiento le hace ser "optimistas" para descartar una eventual recesión en España, mientras que en el caso de Cataluña se limita a apuntar que el impacto "puede ser muy grande".

En cambio, la Autoridad no se ha mostrado especialmente preocupada por el retraso de los Presupuestos para 2018, ya que incluso ve factible lograr el objetivo inicial de déficit del 2,2 % del PIB -que el Gobierno ya ha elevado al 2,3 % del PIB-, aunque "en la medida que vayamos a ir a crecimientos más bajos" de la economía la meta será más difícil de lograr.