"Un elevado esfuerzo asociado al alquiler de vivienda puede dar lugar a efectos económicos y sociales adversos que justifican la intervención pública". El Banco de España ha considerado en su último informe sobre el alquiler en España que la rigidez y la coyuntura de la oferta de arrendamiento requiere un incremento del parque de vivienda pública, a pesar del ligero aumento en 2024 que no ha llegado a cubrir la alta demanda de las ciudades, y pone sobre la mesa la posibilidad de la "intervención pública" ante la escalada de los precios como una de las medidas eficaces para controlar el mercado inmobiliario.

Los datos proporcionados por la entidad han indicado que durante el 2024 la oferta de residencia en alquiler ha incrementado, pero no lo suficiente para equilibrar el aumento de la demanda. "Esta rigidez relativa de la oferta de alquiler de vivienda habría resultado en un crecimiento de los precios del alquiler que, en promedio, se situaría por encima del aumento de la renta de los hogares arrendatarios", ha afirmado el Banco de España en su último estudio elaborado por los expertos Dmitry Khametshin, David López y Luis Pérez.

El precio del alquiler se sitúa por encima del aumento de la renta de los hogares

Este documento ha restaltado que es "necesario" que las medidas adoptadas contemplen un "horizonte temporal amplio", involucren a las distintas administraciones públicas con responsabilidades en materia devivienda y pongan un "foco especial en el estímulo de la oferta de vivienda". El Banco de España ha recordado que el mercado de la vivienda residencial durante las últimas décadas se ha caracterizado por el dominio del régimen de tenencia de vivienda en propiedad por parte de los hogares, que se afianzó durante el período de expansión económica que abarca desde mediados de la década de 1990 hasta el inicio de la crisis económica en 2008.

Unos precios que no crecen a la par que los salarios. Tal y como indica la institución, el crecimiento de la renta de estos hogares estaría condicionado por la situación laboral de los mismos y se vería "limitado por el escaso dinamismo de la productividad de la economía".

Esto da lugar a que el Banco de España no descarte la posibilidad de que el Ejecutivo regule de alguna manera la crisis de la vivienda que se vive en España: "Un elevado esfuerzo asociado al alquiler de vivienda puede dar lugar a efectos económicos y sociales adversos que justifican la intervención pública. En particular, estos significativos esfuerzos dificultan la emancipación de los jóvenes y su capacidad de acumulación de capital humano, disminuyen la movilidad geográfica de los trabajadores, y dan lugar a situaciones tanto de sobresfuerzo y consumo restringido como de pobreza y exclusión social entre los hogares con menores ingresos".

Cerca del 40% de los españoles en sobresfuerzo

En cuanto al porcentaje de sueldo que se destina al alquiler, España se encuentra a la cola de las grandes economías europeas. El porcentaje de hogares que gastan más del 40% de su renta bruta disponible al gasto en vivienda en nuestro país es cercano al 40%, una cifra sangrante si se compara con la media de la Unión Europea, que roza el 23,5%, o con países como Francia (17,5%), Alemania (28%) o Italia (27%).

"Los datos para el promedio del período 2015-2023 indican que un 23,5% de los hogares en alquiler de mercado en la UE-27 se encontraban en dicha situación, si bien existe una elevada heterogeneidad entre países. Por ejemplo, entre las grandes economías europeas, España destaca por la mayor proporción de hogares arrendatarios en sobresfuerzo, cercana al 40%, frente a proporciones situadas en torno al 17,5% en Francia y Alemania, el 28% en Italia y el 27% promedio en las economías de la UE-27", ha indicado el informe del Banco de España.

Las situaciones de sobresfuerzo en el mercado del alquiler de vivienda se concentran en los colectivos con menores ingresos y las de vulnerabilidad social emergen, de modo particular, entre aquellos arrendatarios que se encuentran en una situación de riesgo de pobreza o exclusión. Es tal la gravedad del asunto que España está a la cabeza de Europa en lo que respecta a personasen alquiler que están en riesgo de pobreza o de exclusión social en el promedio del período de 2015-2023.

Así, en el período 2015-2023, alrededor de un 45% de la población que residía en viviendas de alquiler a precio de mercado se encontraba en riesgo de pobreza o de exclusión social. Debido a esto, el Banco de España ha manifestado que esta coyuntura podría "contribuir al progresivo retraso en la edad de emancipación de las cohortes más jóvenes, que son las que disponen de menores ingresos y capacidad de ahorro para hacer frente al acceso a una vivienda".

Nueve millones de españoles residen en una vivienda arrendada

El mercado del alquilerha crecido de forma sustancial en las economías avanzadas desde el inicio de la crisis financiera global durante la primera década del siglo XXI, que ha sido más relevante en las grandes áreas urbanas donde se concentra la actividad económica y se observa un mayor peso relativo del sector servicios, han explicado los autores del informe.

En España, en concreto, el número de personas que residen en una vivienda arrendada se situó en torno a los nueve millones a finales de 2023, lo que supone un incremento estimado de unos 3,3 millones de personas desde 2007. Este aumento ha sido posible gracias a la incorporación adicional de más de 1,3 millones de viviendas al parque de alquiler, que alcanzó los 3,6 millones de viviendas en 2023.

Pero esta evolución ha venido acompañada, a partir de 2015, por un aumento de los precios medios del alquiler que ha sido especialmente intenso en las grandes áreas urbanas y que es el resultado de un crecimiento de la demanda superior al de la oferta, que aumenta a un ritmo insuficiente.