El Banco de España calcula que el crecimiento económico se situará en torno al 2 % en 2023, por encima del 1,6 % que preveía en marzo y más cerca del 2,1 % que mantiene el Gobierno, debido a que la actividad se ha mostrado "más resistente" y a las señales "de un renovado dinamismo" en los primeros meses del año. Esta es una de las conclusiones del informe anual de la entidad, publicado este miércoles, en el que se detalla que en ese avance esperado del PIB contribuyen factores como la moderación de la inflación, la desaparición de las disrupciones en las cadenas productivas globales y el despliegue de los fondos europeos.
No obstante, incide en que las medidas aprobadas por el Gobierno para hacer frente a la crisis energética y al episodio inflacionista "no han sido inútiles", pero sí "demasiado generales y demasiado costosas".
La entidad apuesta por propuestas "focalizadas en los más vulnerables, temporales y que eviten distorsiones en los precios"; y reconoce que sí se ha conseguido "parar el golpe", reducir la inflación y estimular la actividad, pero esto mismo se podría haber conseguido "con un impacto fiscal menor".
El informe admite que todas las medidas en conjunto han permitido reducir la inflación en 2,3 puntos porcentuales en 2022, en tanto que han contribuido al crecimiento del PIB en 1,1 puntos, si bien señala que su expiración prevista a lo largo de este año tendrá un efecto negativo sobre el PIB en 2024 y sobre la inflación en 2023 y 2024.
Ley de Vivienda
El alto organismo bancario también analiza las últimas acciones políticas del Ejecutivo y advierte de que algunas de las medidas incluidas en la futura Ley por el Derecho a la Vivienda, como el control de rentas, podría generar efectos indeseados a medio plazo y reducir la oferta y la calidad de vivienda en alquiler.
El supervisor destaca que la futura ley pone un mayor énfasis en el necesario incremento de la oferta de vivienda en alquiler a partir de una mayor colaboración público-privada, un aumento progresivo del parque público y mayores incentivos fiscales a quienes arrienden viviendas con reducciones de precios en áreas tensionadas.
Sostenibilidad del sistema de pensiones
El Banco de España también considera que se necesitarán nuevas medidas a partir de 2025 para reforzar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones dado el impacto de las últimas reformas puestas en marcha por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
Así, sostiene que, tras los últimos cambios, el sistema de pensiones "deberá afrontar mayores obligaciones de gasto a largo plazo que no han sido plenamente compensadas por el lado de los ingresos". "El análisis conjunto de los principales cambios normativos introducidos en nuestro sistema de pensiones desde 2021 —si bien está sujeto a una elevada incertidumbre— apunta a que, previsiblemente, será necesario adoptar nuevas medidas a partir de 2025 para reforzar su sostenibilidad financiera", apunta.
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Y, en ese contexto, señala al mecanismo automático de ajuste recogido en el último bloque de medidas y que se activará a partir de 2025 si se produce un desvío en el gasto. En ese caso, el Gobierno deberá intentar consensuar con los agentes sociales mecanismos de corrección y si esto no ocurre en el plazo de un año, se contempla una subida automática del mecanismo de equidad intergeneracional.