Bankia, por el momento ha aceptado la decisión, aunque asegura que eran los hijos de la mujer quienes firmaron los documentos. Una de sus hijas ha contado como les engañaron.
Conocían al director desde hacía 15 años y nadie les dijo que no podían recuperar los 160.000 euros que habían invertido en las preferentes. La mujer había vendido su casa para pagar la residencia en la que todavía vive.
Aconsejada por el banco firmó 184.000 euros para las preferentes y 24.000 euros para las subordinadas. La sentencia ha constatado que no se informó del producto que contrataba.
Pedro Parrilla, abogado, asegura que “aunque se le hubieran explicado bien lo que compraba las circunstancias de esta mujer no eran idóneas para contratar este producto.”Se prevé que Bankia recurra la sentencia, aunque la entidad se obceca en afirmar que 300 clientes ya han recuperado su dinero por el arbitraje.