El comercio casi al completo y muchas compañías de servicios afrontan a partir este lunes la semana central de la campaña de descuentos del Black Friday o viernes negro, que en muchos casos se extenderá hasta el 27, coincidiendo con el conocido como Cyber Monday o ciberlunes.
Aunque inicialmente este festival del consumo, importado desde Estados Unidos hace unos seis años, se ceñía básicamente a ropa y tecnología, pronto se sumaron otros sectores conscientes de su tirón entre los consumidores.
En esta ocasión, las grandes superficies, tiendas especializadas en tecnología y cadenas de moda no defraudarán a los usuarios y ofrecerán descuentos durante varias jornadas. También harán promociones fabricantes de automóviles y concesionarios, agencias de viajes, hoteles, aerolíneas, empresas de transporte en autobús, inmobiliarias, clínicas de estética, academias o entidades financieras, entre un largo etcétera.
Aunque algunos distribuidores comenzaron a ofrecer descuentos con anterioridad, otros aguardarán al último momento para publicitar unas ofertas que guardan celosamente, entre los que destacan El Corte Inglés o las diferentes cadenas de Inditex, como Zara o Massimo Dutti.
Por su parte, Amazon, uno de los precursores de la implantación de Black Friday en España, ha ampliado este año la duración de la campaña a dos semanas (del 13 al 27 de noviembre) y ha elevado el número de artículos con descuentos a 15.000, el 50% más que en 2016.
El comercio textil prevé elevar sus ventas durante el viernes negro el 15% respecto al año pasado tras un "desastroso mes de octubre" por las altas temperaturas y la tensión en Cataluña, según la asociación textil Acotex.
Por contra, el pequeño comercio, con un 30% de los establecimientos participando, prevé que como mucho las ventas se mantengan porque, en su opinión, el mal mes de octubre ha hecho que muchos estén aplicando descuentos desde comienzo de mes y eso "desinflará" el fenómeno.
Desde Anged, patronal de las grandes superficies, han destacado que estos días pueden concentrar hasta un tercio de las ventas de Navidad de algunas categorías de productos, y han apuntado que el año pasado sus ventas de no alimentación en esas jornadas subieron el 4% respecto a la media anual.
Este año los usuarios gastarán durante el Black Friday una media de 222 euros, el 3,4% más, lo que supone una desaceleración frente a ejercicios anteriores, en los que el gasto subía a tasas de hasta el 20%, según un informe de GFK y Worten.
El viernes negro nació en Estados Unidos como una jornada de fuertes descuentos en el comercio el día siguiente de Acción de Gracias para dar el pistoletazo de salida a la campaña de Navidad.
Se dice que su nombre se debe a que permite a las tiendas pasar de los números rojos a los números negros o, lo que es lo mismo, de pérdidas a ganancias. Con la irrupción del comercio electrónico surgió el "ciberlunes" para dar salida vía internet a lo que no lograban vender el viernes en las tiendas físicas.
Ambas tradiciones iniciaron su desembarco hace unos seis años en España y pronto fueron aceptadas por los usuarios, arrastrando rápidamente a la práctica totalidad del comercio a ofrecer descuentos estos días.
El comercio español importó estas campañas comerciales en un intento de dinamizar unas ventas en caída libre por la crisis y después de que la liberalización de las rebajas hiciera que estas perdieran el efecto llamada que ejercían sobre los usuarios.
Por los efectos de la DANA
Los ERTE valencianos por la DANA suman 37 más y llegan a 1.436, y los de extinción son 15
El secretario autonómico de Empleo, Antonio Galvañ, ha valorado la "agilidad del Consell a la hora de resolver administrativamente los expedientes que protegerán a 18.000 personas trabajadoras".