Una sangría que no cesa

Las bolsas siguen en pánico: Wall Street abre con pérdidas del 3%, el IBEX sigue en rojo y los mercados asiáticos sufren un desplome histórico

El contexto
Lejos de dar marcha atrás y aliviar la inquietud de los inversores, Trump insiste en su "medicina" arancelaria. Los mercados, entretanto, viven su tercera sesión de pánico.

Aranceles de Trump
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Los mercados de todo el mundo acusan una sangría que no cesa. El detonante: los aranceles anunciados la semana pasada por Donald Trump, que ya golpearon a las bolsas tras entrar en vigor su tarifa universal del 10% a casi todos los países que comercian con Estados Unidos. A la espera de que lo hagan también sus gravámenes individualizados, la situación no va a mejor, a pesar de que el Gobierno estadounidense trate de alejar el temor a una recesión global.

Este lunes Wall Street ha amanecido con pérdidas de más del 3%. Su principal índice, el Dow Jones de Industriales, perdía más de 1.300 puntos, lo que representa un retroceso del 3,77 %, siguiendo el ritmo de las bolsas de valores de Asia y Europa que arrancaron la semana con fuertes retrocesos.

Cinco minutos después del toque de campana, el S&P 500 registraba unas pérdidas del 3,94 %, hasta los 4.873 puntos (con lo que entra en territorio bajista); mientras el Nasdaq bajaba un 4,17 %, hasta situarse en 14.938 enteros, después de que Wall Street cerrara el viernes con su peor jornada desde 2020.

Los mercados asiáticos sufren un desplome histórico

La semana ha arrancado particularmente mal para los mercados asiáticos, que han vivido desplomes históricos este lunes, después de que el pasado viernes China, el país más perjudicado por los aranceles, contraatacara con sus propias tarifas del 34% a EEUU. Así, la Bolsa de Hong Kong ya cae más de un 13%. Entre los componentes que más están sufriendo está la plataforma de comercio electrónico Alibaba, que se hunde un 18%, y BYD Electronic, pues la multinacional de componentes ha caído un 23%.

La Bolsa de Taiwán, por su parte, ha registrado la mayor caída de su historia con un hundimiento del 9,7%, mientras que el Nikkei japonés ha visto caer su valor un 20% desde su máximo en diciembre y ha entrado en el mercado bajista. Más allá de Asia, también ha caído la Bolsa de Sídney, en su caso un 6,57%.

El IBEX se hunde

En Europa, los futuros tampoco auguraban una buena jornada, unos pronósticos que se van cumpliendo, al punto de que las bolsas europeas han llegado este lunes en mínimos de 16 meses.

El IBEX 35, el principal indicador de la Bolsa española, abría con una fuerte caída del 3,34%. Esa caída ha llegado a superar el 6% a lo largo de la mañana, aunque después se ha moderado, si bien sigue siendo contundente, alrededor del 5%. No hay ni una empresa que no esté cayendo este lunes en el IBEX, pero de nuevo es la banca, liderada por el Sabadell, la que más está sufriendo.

El récord de sesiones consecutivas de caídas en el IBEX es de agosto de 2022, pero entonces, en 12 sesiones seguidas a la baja, se perdió en total un 8,3%. Y el miedo fue el mismo: temor a una recesión.

En el DAX alemán, que tiene variedad de empresas dañadas por los aranceles, se puede ver la transversalidad del golpe de los aranceles: su impacto lo notan desde el Deutsche Bank, que cae un 7%, a Adidas (-8%), pasando por la farmacéutica Bayer (-5%) y empresas de automoción como Mercedes y Volkswagen (-5%).

'Cisne negro'

Los analistas hablan ya de 'cisne negro', un término que se refiere a cuando las bolsas caen por un acontecimiento inesperado, que los mercados no han sido capaces de anticipar, como sucedió con el COVID-19 y con el Brexit.

Además, los expertos empiezan a comprar esta sangría en bolsas con el Lunes Negro de 1987: aquel 19 de octubre se desplomaron las bolsas de Wall Street por encima del 20% en una sola jornada. El miedo entonces era el elevado déficit fiscal de Estados Unidos y el temor a que el país norteamericano no tuviera capacidad para devolver su deuda. Ahora, el déficit de EEUU es infinitamente mayor.

Todo ello en un contexto en el que invertir en bolsa no es algo residual en EEUU: según datos de la propia Reserva Federal, seis de cada 10 familias estadounidenses invierte en bolsa. Desde la pandemia tienen más dinero ahorrado y se han lanzado a los mercados.