Un sueldo de alrededor de 1.500 euros al mes y la posibilidad de viajar por toda Europa. Parece una oferta laboral de ensueño, pero lo cierto es que no encuentran muchos candidatos. Hablamos del trabajo de camionero, con un grave problema generacional. "Podemos llegar a tener en un futuro cercano problemas de abastecimiento de mercancías", alerta al respecto Dulsé Díaz, secretario general adjunto de CETM (Confederación Española de Transporte de Mercancías).
El problema, dicen, es la falta de renovación generacional, algo grave en un país como España, en el que el 90% del transporte de mercancías se hace por carretera. ¿Pero por qué los jóvenes 'no quieren' trabajar en camiones? La conciliación es clave: "Si las cargas y descargas van bien y rápido puede ser que termines en 12 o 15 horas, todo dependerá de cómo vaya el día", cuenta Joan, camionero desde hace un par de años.
Su caso es excepcional: dejó un puesto de informático para subir al camión. "En esta profesión no es difícil entrar, simplemente te sacas los carnets y en una semana ya estás trabajando, hay mucha demanda", cuenta este joven, que reconoce que lo peor del trabajo es que no permite "compaginar la vida personal de forma muy decente".
Marcos, un camionero veterano, lamenta que hay jóvenes que no quieren pasar "toda la semana en el camión por 1.500 o 1.200 euros" porque "para eso se van a una fábrica y ahí lo sacan". Él, que lleva 30 años trabajando en el sector, cuenta que a lo duro del trabajo se suma la inseguridad, pues hay que estar muy pendientes para evitar robos.
Desde CETM piden ayudas al Gobierno, especialmente para que los jóvenes puedan sacarse el carnet específico, que cuesta alrededor de 6.000 euros, un gasto que no todo el mundo puede afrontar.
"Hay bastante trabajo", cuenta también Ruth Iglesias, que está ya recibiendo clases prácticas de camionera. Ella ha llevado autobuses pero quería dar un paso más en un sector en el que ve salidas: no falta el empleo y además hay posibilidad de conocer mundo. "He conocido toda Europa, nunca lo hubiera imaginado", cuenta David, otro camionero, en una estación de servicio. Y, todo, con la oficina a cuestas.