Carmen Rives lleva tres años en paro, ni un solo trabajo desde 2011. Recién cumplidos los 50, sus posibilidades de engancharse al mercado laboral son escasas. En cinco meses agotará la ayuda de 426 euros que cobra del Estado. Después no le quedará nada. “Cuando se me acabe el subsidio no sé lo que voy a hacer”, explica Rives.
Casi 2.000.000 de personas no cobra ningún tipo de prestación, que son cuatro de cada diez parados. Han agotado los dos niveles de prestaciones que existen en España. El contributivo, que como máximo cubre dos años y el asistencial, que el Gobierno no contempla prolongar.
“Nuestro sistema no es generoso con los subsidios de desempleo”, declara Daniel Pérez del Prado, profesor de Derecho en la Universidad Carlos III. David Santero sabe lo que no es cobrar nada. Ahora lleva casi cuatro meses trabajando como vigilante de seguridad aunque la semana que viene volverá a quedarse en paro. Es el empleo más duradero que ha tenido en los últimos cinco años. “Voy a estudiar y a sacarme lo que haga falta para encontrar un trabajo”, afirma David. Desprotegidos por pasar demasiado tiempo en el paro.