Cerca de la mitad de las horas extra que trabajamos no se pagan, pese a que hace cinco años empezamos a fichar para controlar por ley las horas de trabajo. Solo en 2023, hicimos 2,5 millones de horas extra que no nos pagaron y no cotizamos, casi las mismas que antes de la ley actual.

Esto ocurre a pesar de las diferentes técnicas que hay en los trabajos para fichar las horas: desde pasar una tarjeta, a poner la huella dactilar o apuntar las horas en una aplicación. Todas ellas son válidas, al igual que la de firmar en un papel las horas que hacemos. Sin embargo, también son muy fáciles de trucar, lo que permite a algunos no pagar las horas extra que hacen sus empleados.

Hasta el momento, se han puesto ya casi 5.000 sanciones que superan los siete millones de euros. Por su parte, el Ministerio de Trabajo ya ha dicho que va a cambiar este sistema para evitar que las horas extra que se trabajan se sigan sin pagar.

En el ámbito laboral también cabe destacar que las bajas laborales han alcanzado su máximo en una década, con 450 empleados de baja por cada 1.000 trabajadores. Según los datos, un millón de trabajadores se ausenta de su puesto de trabajo por enfermedad, haciendo a su vez que las bajas laborales alcanzan su máximo en una década.

De esta forma, se dejaron de prestar 396 millones de jornadas. Los expertos afirman que es como si 1,1 millones de trabajadores no fuera a trabajar un año entero.