El campo europeo muestra su cólera en pleno corazón de Bruselas y a escasos metros del Parlamento Europeo aprovechando la cumbre de líderes. Unos 1.300 tractores han colapsado este jueves el centro de la ciudad y provocado más de 230 kilómetros de retenciones. Los agricultores han lanzado huevos y piedras, quemado neumáticos y encendido bengalas. El sonido de sus cláxones ha resonado en el corazón de la eurocapital.
También han derribado y quemado una estatua del monumento que adorna el centro de la plaza de Luxemburgo, muy cerca de los europarlamentarios. Un monumento erigido a finales del siglo XIX que homenajea al empresario industrial británico John Cockerill, que impulsó el sector de la siderurgia y del ferrocarril en Bélgica.
La Policía belga ha utilizado mangueras para, desde el cordón de seguridad montado por los agentes antidisturbios, tratar de apagar los fuegos que tenían más cercanos, pero la hoguera en el centro de la plaza con la estatua derribada, trozos de cartón y hierro seguía ardiendo pasado el mediodía, provocando una nube constante de humo negro que presidía la protesta.
Por la tarde, los tractores se han desplazado hacia las autopistas que rodean la capital belga, provocando cortes de tráfico en plena hora punta. De cara a este viernes, los agricultores belgas se han situado en los centros de distribución estratégicos de las grandes superficies para paralizar su actividad.
Todo ello, en medio de un ambiente reivindicativo y festivo a partes iguales, con momentos en los que los agricultores gritaban consignas y trataban de acercarse lo máximo que podían a la sede de la Eurocámara, enarbolando carteles y muchos de ellos también las banderas de sus países de la UE. "Esta no es la Europa que queremos" o "Hartos de promesas, queremos actos", son algunos de los lemas que se podrían leer en distintos idiomas en las pancartas que exhibían los agricultores en la plaza de Luxemburgo.
Otros grupos de tractores circulaban ya desde el amanecer por la circunvalación interior de la capital belga dificultando el tráfico, por lo que las autoridades pedían a la población que privilegiasen el transporte público para los desplazamientos por la capital belga. La policía federal de carreteras también informó de varios grupos de tractores en varias carreteras nacionales y aledañas en dirección a la capital.
Las autoridades reforzaron el ya de por sí estricto dispositivo policial que se despliega cuando la ciudad acoge cumbres europeas y cortaron la circulación de los principales ejes de acceso a la zona. Además, se pidió a los trabajadores de la zona que este jueves optaran por teletrabajar para evitar desplazamientos y las líneas de autobuses que habitualmente cruzan la zona fueron desviadas o suspendidas.
A su llegada a la reunión de líderes, el primer ministro de Bélgica, el liberal Alexander de Croo, defendía que considera "en parte legítimas" las quejas de los agricultores porque han hecho ya "muchos esfuerzos" para adaptarse a la transición ecológica y se debe garantizar que "reciben precios justos" por sus productos.
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Los representantes de las asociaciones agrarias de distintos países, incluida la española ASAJA, se han sumado a la concentración. "ASAJA se une a la voz del sector agrario para protestar por la injusta y difícil situación que asola al campo europeo", indicaba en un comunicado. Su portavoz, José Marfía Castilla, ha señalado que con la cercanía de las elecciones europeas "los políticos están súper nerviosos". "Es el mejor momento para mostrar nuestras necesidades", ha afirmado.
Malestar de los agricultores en España
Esta gran tractorada se produce en el marco de la reunión convocada por el Ministerio de Agricultura con las organizaciones profesionales agrarias mayoritarias -COAG, ASAJA y UPA- para este viernes en un intento de frenar las protestas planteadas para las próximas semanas.
Los agricultores españoles piden soluciones "inmediatas" para abordar los problemas del sector en todo aquello relacionado con las consecuencias de la sequía y la Guerra en Ucrania, precios y costes de producción, simplificación y flexibilidad de la Política Agraria Común (PAC), sectores ganaderos y cuestiones laborales y de Seguridad Social.
ASAJA, COAG y UPA acordaron retomar el calendario de movilizaciones para reclamar un "ambicioso" plan de choque que recoja medidas tanto a nivel europeo, como por parte del Gobierno de España y de las comunidades autónomas. Las asociaciones aseguraron en una nota de prensa conjunta que "los actos de protesta se desarrollarán en el ámbito más regional durante las próximas semanas".
En este sentido, las organizaciones destacaron que van a reclamar la paralización de las negociaciones de acuerdos como el del Mercosur, la no ratificación del acuerdo con Nueva Zelanda y que se frenen las negociaciones con Chile, Kenia, México, India y Australia. Por otro lado, reclamaron la modificación y ampliación de la Ley de la Cadena Agroalimentaria para prohibir las prácticas desleales para que los precios de los agricultores cubran los costes de producción.
Protestas de los agricultores franceses en la frontera
Paralelamente, las protestas de los agricultores franceses se han mantenido este jueves, con decenas de bloqueos en autopistas y carreteras en los que las fuerzas del orden tenían la consigna de no intervenir, salvo en caso de violencia.
En un intento de frenar este malestar de los agricultores franceses, el Gobierno de Macron ha anunciado nuevas medidas para el sector agrícola y ha confirmado entre otras cosas que la "soberanía alimentaria" estará consagrada por ley y se paralizará la aplicación de una norma que aboga por la reducción paulatina en el uso de pesticidas, así como ayudas por valor de 150 millones de euros.
El primer ministro, Gabriel Attal, ha reconocido ante los medios "errores" en la gestión que el Gobierno ha hecho durante estos últimos años de las demandas del sector primario, pero ahora las autoridades quieren contrarrestarlo con un nuevo enfoque y el reconocimiento de que la agricultura representa "un interés fundamental de la nación".
Este concepto quedará recogido por escrito, al igual que "el objetivo de la soberanía alimentaria", con vistas a reforzar el producto local frente a potenciales riesgos derivados de competidores externos. También quiere mejorar a nivel europeo el etiquetado de productos y fomentar en Francia que se señale cuáles tienen origen nacional.
El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha anunciado en la misma comparecencia "10.000 controles' para examinar el origen galo de los productos, con sanciones que pueden alcanzar hasta el 10 por ciento del volumen de facturación y la vista puesta en el comercio minorista.
En materia de competencia, Attal ha prometido aprobar "sin demora" una cláusula que permita prohibir la importación de frutas y verduras producidas mediante el uso del pesticida tiacloprid -prohibido ya en Francia-. El primer ministro ha abogado por aplicar "las mismas exigencias" independientemente del origen, un argumento que también ha llevado a París a dejar claro que no respaldará el acuerdo de libre comercio con los países latinoamericanos del Mercosur.
Protestas del campo en Portugal
El malestar de los agricultores también es un hecho en Portugal. Un grupo de agricultores portugueses ha cortado a primera hora de este jueves la autopista A6 en las inmediaciones de la frontera con España, cerca de Badajoz.
Los agricultores lusos rechazan las rebajas de las ayudas de la PAC y los elevados costes de producción. Según han expresado a EFE, la nueva PAC prevista para 2024 supone para ellos, de media, unos recortes en las ayudas del 35 %.
Ante esta situación, el Gobierno de Portugal anunciaba este miércoles varias medidas para mitigar la sequía y contrarrestar los recortes de la PAC de la Unión Europea. En concreto, el Ejecutivo luso destinará casi 500 millones de euros para responder a la sequía y para reforzar la PAC.
La ministra de Agricultura y Alimentación lusa, Maria do Céu Antunes, dijo en una rueda de prensa que el Gobierno "está en condiciones de presentar un apoyo a la producción de 200 millones de euros para todo el país". Asimismo, se creará una línea de crédito por valor de 50 millones de euros con un tipo de interés cero.
En paralelo, el Ejecutivo del país vecino tiene intención de bajar el impuesto sobre productos petroleros para el gasóleo de uso agrícola al mínimo permitido, lo que supondrá una reducción del 55% o 4,7 céntimos por litro. Portugal también va a consolidar con 60 millones el primer pilar del plan estratégico de la PAC (rendimiento y sostenibilidad), con apoyos a la producción para garantizar el paso a la agricultura biológica y a los ecorregímenes, por los que una parte de los fondos van a determinados servicios al medioambiente.
Además, destinará otros 60 millones de euros al segundo pilar, dedicado al desarrollo rural, para asegurar el pago hasta febrero de las solicitudes de ayuda relativas a medidas ambientales y climáticas, a los que se sumarán otros 58 millones para revisar el plan estratégico e incluir algunas peticiones de los agricultores.