La condena a Liberbank a indemnizar por daños morales a una afectada por las preferentes deja abierta la puerta a nuevas demandas. Aunque la mayoría no llega a pedir una indemnización, la reciente victoria de Zulema Fuentes podría animar a más afectados a intentarlo.

Sin embargo, deben saber que también tiene sus riesgos, ya que el daño no siempre es fácil de demostrar. En caso de rechazarse la demanda, el afectado tendría que pagar los costes aunque el daño sea innegable. Por este motivo, los abogados recomiendan tener prudencia.

Mª Cruz consiguió recuperar hace algo más de un año los 12.000 euros que había invertido en preferentes pero no olvida todo lo que ha perdido en el camino.  Ahora quiere reclamar una indemnización por daños psicológicos.

Para la afectada, “es imposible dejar atrás aquellas eternas noches sin dormir, las continuas visitas al psicólogo o la frustración y angustia diarias”. En este aspecto, abogados y psicólogos reconocen que son muchos los casos de personas que han visto afectada su salud física y psicológica.