Con la crisis energética, el papel de las centrales nucleares regresa a primer plano. Si hace unos meses Alemania anunciaba el cierre de las suyas, ahora se lo replantea. "Europa se tiene que plantear muy seriamente alargar la vida útil de las centrales nucleares si no quiere poner en peligro el suministro eléctrico y mitigar los efectos del calentamiento global", defiende Alfredo García, operador nuclear y divulgador científico. También lo dice Elon Musk, el hombre más rico del mundo.
A principios de año, la Comisión Europea, espoleada por Francia, concedió la etiqueta verde a la energía atómica, y ahora la invasión de Ucrania la catapulta hacia una segunda juventud, pese a que arrastra el estigma de los graves accidentes ocurridos en las centrales de Three Miles Island, Chernóbil y Fukushima.
En este sentido, José Luis García Ortega, responsable de Energía de Greenpeace, destaca de que se trata de "la fuente de energía más peligrosa". "En caso de fallo, se puede producir una liberación de radiactividad a gran escala que podría dejar inhabitable una región durante décadas. Además, no tiene solución para los residuos radioactivos", advierte el experto.
En la Unión Europea, 13 de sus estados poseen centrales nucleares y su producción representa el 26% de la energía total consumida por los 27. En el caso de España, quedan siete reactores nucleares, que cerrarán escalonadamente en los próximos años hasta desaparecer en 2035.
"Muchos países están apostando por la energía nuclear, y creo que sería un buen momento para que en España nos plateáramos también el no cerrar las centrales nucleares cuando está previsto. Y todo esto siempre de la mano de las energías renovables", manifiesta Alfredo García, supervisor nuclear.
Sin embargo, José Luis García, responsable de Energía de Greenpeace, cree que "una vuelta a la nuclear no solucionaría el problema y sería inviable por su altísimo coste y por lo que se tardaría en construir".
En España, el Gobierno rechaza que la energía nuclear sea ecológica y descarta ampliar la vida de los reactores operativos, responsables actualmente del 20% de la electricidad que consumimos.