Desde 2011 es posible que los trabajadores con profesiones que impliquen peligrosidad puedan solicitar la jubilación anticipada distinta a la ordinaria, pero la realidad es que, desde 2011, el Gobierno no ha resuelto ninguno de los 27 expedientes que se han presentado.
Los sindicatos acusan al ejecutivo de estar frenando estas tramitaciones: "No ha habido ningún colectivo nuevo que se le haya reconocido nada. Ha habido seis años de parálisis. No deberían haberse producido si el Gobierno hubiera aplicado el reglamento que tiene aprobado desde 2011" defiende Carlos Bravo, secretario de Políticas Públicas y Protección Social de CCOO.
Pueden solicitarlo los trabajadores cuyo trabajo tenga peligrosidad, por riesgo de accidentes, puedan tener componentes de toxicidad, o sean de especial penosidad por su dureza o condiciones. Es el caso de los policías locales: son más de 70.000 de toda España agrupados en un expediente que lleva siete años dilatado entre informes, estudios y valoraciones.
"Ya ha habido mucho tiempo de espera. Se han tenido que jubilar, algunos han fallecido, y no podemos dar un servicio de calidad al ciudadano" explica Miguel Ángel Alonso, secretario general de la Plataforma Social de la Policía Local. Desde el ministerio de Empleo dicen a laSexta que se tratan de procedimientos de enorme complejidad, que competen a varias administraciones y niegan que haya un retraso intencionado.
Para Podemos retrasos de hasta siete años no son admisibles en temas de suma importancia: "No tienen ninguna justificación. En pocos años la edad normal para jubilarse va a ser 67 años y en muchos trabajos el cuerpo no llega a esa edad" defiende Óscar Guardingo, diputado. Colectivos como los policías que anuncian movilizaciones importantes si no tienen pronto respuesta.
Anuncian nuevas movilizaciones
Los Sindicatos de Inquilinas plantan a Sánchez y amenazan: "O bajan los precios o vamos a dejar de pagar"
El sindicato ha vuelto a amenazar con una huelga de alquileres y nuevas movilizaciones, mencionando ciudades como Sevilla, Málaga o Granada. Su lema es claro: "O bajan los precios, o vamos a dejar de pagarlos".