Mariano tenía una tarjeta 'revolving' con 10.000 euros, pero terminó pagando al banco 33.000. "Podía tener una cuota mensual de entre 260 o 270 euros y de capital estaba amortizando entre 50 o 60 euros, el resto eran intereses. La deuda nunca bajaba", explica a laSexta Noticias.
Así que Mariano decidió acudir a la Justicia, que le dio la razón: era una tarjeta abusiva.
A diferencia de las de crédito, las tarjetas 'revolving' permiten aplazar el pago en plazos que elige el cliente. Pero incluyen intereses altísimos que pueden ir desde el 20 hasta el 27%, lo que lleva a una espiral de endeudamiento. "Esto es como una condena de por vida. Va creciendo la deuda y crece tu incapacidad de devolverla", apunta Jesús Arriaga, CEO de Arriaga Asociados.
El problema de estas tarjetas es la cuota a pagar. Para hacerlo más atractivo suele ser tan baja que no llega ni para pagar los intereses, por lo que llega al 'efecto bola de nieve' y la deuda no crece y crece. "Puedes estar hasta 15 años pagando un crédito y aún no haber amortizado ni un solo euro de intereses", asegura Xaime da Pena, abogado en dP Abogados.
Eso le ocurrió a Francisco, a él le dieron una tarjeta 'revolving' en una gasolinera. "Tenía una cuota de unos 120 euros al mes y después fue creciendo. Me quedé sin empleo y no podía seguir pagando la cuota", explica. El Supremo debe decidir si cobrar un interés tan alto es usura y por lo tanto, ilegal.