La disparidad de la riqueza en España sigue incrementándose sin freno, siendo los jóvenes los principales perjudicados de las medidas del Gobierno que salvaguardan a los pensionistas y lastran la economía de los menores de 40 años. El Banco de España ha publicado este lunes el informe de la 'Encuesta Financiera de las Familias (EFF) 2022' en el que concluye que la riqueza neta media en 2022 se situó en 309.000 euros y la riqueza neta mediana en 142.700 euros. Esto se traduce en un crecimiento porcentual de un 3,7% de la riqueza neta mediana de los hogares, mientras que la riqueza media creció solo un 0,5%.

Unas subidas ligeramente inferiores a las registradas durante el periodo de 2017 a 2020, años en los que la gráfica creció un 4,8% y un 6,8% respectivamente. Una riqueza que deja latente la brecha generacional que se ha acrecentado durante el último lustro, premiando las pensiones y multiplicando las arcas de los jubilados y dejando desamparados a los menores de 40 años, que son lo únicos que pierden patrimonio de 2017 a 2022.

"La riqueza mediana aumentó sustancialmente en los hogares de las dos decilas superiores de la distribución de la renta (11,4% y 12,5%, respectivamente), en los hogares de mayor edad (19%), en aquellos cuyo cabeza de familia posee estudios universitarios (7,5%, consolidando la tendencia iniciada en 2017) y a lo largo de la distribución de la riqueza neta", ha explicado el Banco de España en el informe.

En el caso de los hogares que se aglomeran dentro del cuartil inferior, este parámetro se triplicó, pasando de 500 euros en 2020, a los 1.300 euros en 2022. En los hogares de la decila superior se observa un aumento de la riqueza mediana de casi el 7%, no así de la media, la cual cayó un 2,5%. Estos desarrollos suponen cierta reducción de la desigualdad de la riqueza en el período analizado, aunque es ínfima.

La riqueza media de los jóvenes: de 153.100 euros a 144.300 euros

Los menores de 40 años son los únicos que pierden riqueza media en España. Un dato devastador y más si se compara con los mayores de 75 años. Y es que las gráficas hablan por sí solas: el target de personas entre 20 y 40 años han pasado de una riqueza neta mediana de 96.700 euros en 2020, a 86.100 euros en 2022, frente al percentil de entre 80 y 90 años que han incrementado su riqueza mediana de 251.300 euros a 279.900 euros y su riqueza media de 430.100 euros a 440.200 euros.

En cuanto al resto de rangos, los menores de 20 años son los que tienen un menor patrimonio. Aun así, la riqueza mediana pasó de situarse en el año 2020 en los 45.900 euros, a descender a los 38.800 euros, lo que se traduce en una pérdida de 7.100 euros. Por otro lado, el patrimonio medio tampoco se libra de la coyuntura que azota a las nuevas generaciones, siendo el dato igual de preocupante pasando de 99.000 euros a 92.900 euros en tan solo dos años.

Los ciudadanos entre 40 y 80 años han sido los que han sostenido el crecimiento exponencial de la riqueza, tanto mediana, como media en España. En los datos aportados por el Banco de España se observa que el patrimonio mediano del target de 40 a 60 años ascendió de los 122.600 euros a los 131.200 euros y de 189.000 euros a 206.400 euros en la riqueza media. Si es llamativa la evolución del anterior target, los españoles entre 60 y 80 -los cuales un alto porcentaje se encuentran dentro del sistema de pensiones- es la subida más notable en lo que respecta a la fortuna media, con una escalada neta de 51.600 euros.

Para terminar, el target de 90 y 100 años encareció su riqueza mediana de los 507.800 euros a 571.300 euros; sin embargo, su riqueza media menguó de los 1.151.900 euros en 2020, a los 1.048.900 euros dos años después. Pero, ¿cuáles son los principales factores que han dibujado el retrato de la disparidad de riqueza y la desigualdad generacional en lo que respecta a riqueza en España?

La riqueza se concentra en las viviendas

Varias de las claves que destaca el Banco de España es que el patrimonio personal tiene una relación directa con la formación educativa del individuo, es decir, que cuanto mayor cantidad de estudios, la cantidad de riqueza incrementa. "La riqueza, tanto la media como la mediana, crece con el nivel educativo y es sustancialmente mayor en los hogares cuyo cabeza de familia es empleado por cuenta propia", ha indicado el Banco de España.

Aunque no son los únicos factores que entran en la ecuación. La riqueza neta aumenta a medida que lo hace la renta, lo cual refleja tanto la mayor disponibilidad de recursos que dedicar al ahorro entre los hogares con rentas altas como diferencias en la tasa de ahorro y en la composición y el rendimiento de las carteras de activos.

Más allá de los valores tanto educativos, como económicos la riqueza neta se define como el valor total de los activos -reales y financieros- menos el importe de las deudas. En lo que se refiere a los activos, un 98,9% de las familias poseía algún tipo de valor cuya cuantía rondaba a finales de 2022 de 181.300 euros. Respecto a 2020, el porcentaje de familias que poseía algún activo ascendió muy ligeramente, 0,7 puntos, mientras que el valor mediano de sus activos se redujo en un 0,4%.

La riqueza sigue estando concentrada en activos reales, representando estos un 78,9% del total de activos. La vivienda es el activo más importante de las familias, ya que representaba a finales de 2022 el 52,9% del valor de los activos reales para el conjunto de hogares y un 41,7% del valor de los activos totales.

Los dos activos de mayor peso son los constituidos por otras propiedades inmobiliarias, que representaban el 35,7% de los activos reales y el 28,2% de los activos totales, y por los negocios relacionados con actividades por cuenta propia de algún miembro del hogar, que suponían el 10,1% de los activos reales y el 8% de los activos totales.