El grupo alemán Vorwerk, fabricante de Thermomix, y la cadena de supermercados germana Lidl han emprendido una batalla legal para defender la originalidad de sus respectivas patentes en el primer día de juicio a raíz del supuesto plagio del robot de cocina por parte del gigante de la alimentación.

La vista ha comenzado a las 10:00 horas en el Juzgado Mercantil número 5 de Barcelona, en la Ciutat de la Justícia, con la declaración de los peritos de las partes, cuya testifical ha servido para apuntalar la tesis de ambas compañías: que su electrodoméstico es genuino y original.

El litigo por la patente del archifamoso robot de cocina ha llegado de esta forma a los tribunales después de que Vorwerk, una centenaria compañía dedicada a la venta de electrodomésticos y aparatos para el hogar que ostenta este nicho de mercado, haya llevado a juicio a Lidl -al que exige el 10% de las ventas de su robot- por vulnerar presuntamente su patente al importar y comercializar en España un producto similar, el Monsieur Cuisine Connect, que se convirtió en todo un éxito de ventas.

Una ofensiva a la que la cadena de supermercados respondió con una demanda cruzada para que la Justicia declare nula la patente de la Thermomix. La sesión de este martes, de marcado tono técnico, ha arrancado con la declaración del perito de Lidl y ha continuado con la del profesional de Vorwerk, quienes han desgranado cada una de las especificaciones y características de sendos robots de cocina.

Desde los circuitos de mando a los interruptores, las tarjetas de control, los mecanismos que hacen que el robot agite, corte, vibre, pese o amase, hasta la forma, el cierre de la tapa y el modo cómo se acciona y usa han copado las casi tres horas de este primer embate judicial, que continuará en los próximos días.

Para este miércoles, está previsto que se lleven a cabo las pruebas periciales de las supuestas infracciones que Vorwerk atribuye al Monsieur Cuisine Connect de Lidl, en una jornada que arrancará de nuevo a las 10 de la mañana, al igual que el jueves, cuando se prevé que el juicio quede visto para sentencia tras las conclusiones.

El conjunto de la causa surge de la demanda que el grupo Vorwerk & Co Interholding GMBH, titular de la patente "Máquina de cocina", más conocida como Thermomix, puso contra Lidl al considerar que plagiaba su robot de cocina con el producto Monsieur Cuisine Connect, que comercializó en España bajo la marca blanca SilverCrest.

A diferencia de la Thermomix de Vorwek, cuyo precio supera los 1.000 euros, la de Lidl salió al mercado por un valor casi tres veces menor -unos 360 euros- pero con especificaciones parecidas, como la posibilidad de conectarse a internet para elaborar las recetas, lo que la ha llevado a agotar sus existencias en pocas horas cada vez que se ha puesto en venta.

De hecho, la máquina de Lidl fue popularmente bautizada como "la Thermomix barata" y su llegada al mercado se interpretó desde muchos sectores como una seria amenaza al monopolio de Vorwerk en lo que respecta a robots de cocina.

Y es que, a pesar de en los últimos años otros fabricantes de electrodomésticos, como Cecotec, Bosch, Moulinex o Kenwood, han lanzado también sus propias líneas de robots de cocina, sus características hacen que ninguno de ellos suponga una competencia directa a la consolidada Thermomix.