Cuando el 14 de marzo de 2020 nos quedamos en nuestras casas, lo hicimos pensando que el confinamiento absoluto sería breve, de una quincena de días, esperando que al poco volvería la normalidad. Pensando que en dos semanas volveríamos a desayunar en la barra de un bar, a reunirnos con los amigos y a resolver los últimos flecos de las vacaciones de Semana Santa.
Los 98 días que permanecimos en nuestras casas salvaron muchas vidas y evitaron muchos contagios del COVID-19, pero el 'coma inducido' a la economía se llevó por delante casi un cuarto del producto interior bruto (PIB) del país: España se hundió entre abril y junio de 2020 un 21,5%, en comparación con el mismo periodo de 2019.
La caída a finales de año fue inferior gracias a la reactivación de la actividad pero, con todo, el PIB español cayó un 11%, la mayor caída en tiempos de paz. El teletrabajo salvó gran parte de la actividad, pero detrás de una barra del bar o en un hotel no se puede trabajar a distancia. Hay 800.000 parados registrados más que hace un año, 400.000 afiliados menos en la Seguridad Social y 900.000 empleados en ERTE: la mayoría, dependientes de la hostelería y el turismo.
El 70% del impacto en la hostelería y el turismo
"El impacto de la pandemia ha sido muy intenso pero desigual por sectores", explica a laSexta la economista senior de Funcas María Jesús Fernández. "En la hostelería, el turismo o la cultura el PIB cayó un 24% el año pasado, mientras que en el resto de sectores se redujo un 8,5%. El 70% del impacto ha sido en esos sectores", resume la experta.
"El 70% del impacto ha sido en la hostelería y el turismo"
España, de preciarse de ser el segundo país del mundo con más turistas y convertirlo en su mayor atractivo, recibió un 77% menos de viajeros el año pasado. España, el país de camareros, tuvo sus establecimientos hosteleros cerrados gran parte del año para evitar los contagios del coronavirus.
Pero España dio un paso adelante y el Gobierno apostó por los llamados ERTE, expedientes de regulación temporal de empleo, una figura creada por la reforma laboral de 2010 de Rodríguez Zapatero. La flexibilidad y las aportaciones públicas han permitido salvar gran parte del empleo destruido por la pandemia.
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El flotador de los ERTE
"Es la primera crisis en España en que la caída del empleo no es igual a la caída de la economía gracias a los ERTE", valora el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en conversación con esta cadena.
Desde la patronal, hacen esta misma reflexión: "Los ERTE han servido como malla de contención para salvar el tejido empresarial destruido", explica la directora de Empleo, Diversidad y Protección Social de CEOE, Rosa Santos.
Fuentes del Ministerio de Trabajo y Economía Social, que dirige la vicepresidenta 'in pectore' y ministra Yolanda Díaz, a laSexta.com definen los ERTE como "fundamentales para proteger a las personas trabajadoras y mantener el tejido productivo" durante la crisis sanitaria.
"Es la primera vez en España que la caída del empleo no es igual a la de la economía"
El Gobierno, sindicatos y los empresarios han negociado en varias ocasiones durante la pandemia el mantenimiento de estos esquemas laborales, que han supuesto un gran desembolso para el Estado: alrededor de 16.000 millones de euros. De hecho, Europa, a través del programa SURE, ha concedido 21.300 millones de euros en préstamos para sufragar estos altos costes.
Desde el departamento de Díaz defienden los ERTE por haber protegido el empleo en pleno hundimiento del PIB y avanzan que en mayo, cuando acabe la actual prórroga pactada con sindicatos y patronal, "se reevaluarán las necesidades en el ámbito laboral sobre este instrumento y, además, se trabaja para que se incorporen a nuestra cultura en materia laboral y las empresas puedan acudir a este mecanismo para que actúe como una suerte de estabilizador automático en momentos de dificultad", señalan.
Pero siempre hay un pero. Algunos economistas defienden que el pago de estas prestaciones a trabajadores que llevan casi un año sin trabajar supone mantener con respiración artificial a puestos de trabajo y empresas 'zombies', que ya no serían viables sin las aportaciones del Estado.
"En mayo se reevaluarán las necesidades sobre los ERTE y se trabaja para que se incorporen a nuestra cultura en materia laboral"
"Seguro que hay puestos de trabajo ya destruidos pero el impacto está anestesiado por estos ERTE", asegura Fernández. "Muchas de estas empresas ya están desapareciendo. Hay una especie de segunda ola de destrucción de empresas, sobre todo en febrero, en hostelería y actividades recreativas", aduce la economista.
Pero desde sindicatos y patronal -que han avalado estas medidas extraordinarias- no lo ven así: "Los ERTE deben durar hasta que acabe la pandemia, no se vaya a perder todo lo hecho en dos meses", dice Sordo.
"Ese discurso alarmista de sostener la economía de manera ficticia... No creo que sea tan grave. El problema es que desaparezcan empleos, no que se sufraguen mediante ERTE. Si hubieran sido despedidos también habrían cobrado una prestación pública", explica el sindicalista.
En esa misma idea insiste Santos: "Los puestos de trabajo que ya no existen no se están manteniendo -rechaza- pero sí es cierto que tras esta crisis, quizá algunas empresas no habrían sobrevivido sin los ERTE".
400.000 empleos menos en un año
En España se han perdido en un año alrededor de 400.000 empleos, de los cuales 289.055 corresponden solo al sector hostelero. El impacto a los más vulnerables se nota todavía: en los dos primeros meses del año 2.588 autónomos del sector se han dado de baja, según datos de la asociación de autónomos UPTA.
"Hay muchas empresas que no habrían sobrevivido sin los ERTE"
Las restricciones por la pandemia y la ausencia del turismo han sido estocadas definitivas contra el sector, a juicio del presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel. "Hemos sufrido gravísimas decisiones que nos han cercenado la posibilidad de trabajar", denuncia en declaraciones a laSexta.
Yzuel resume el impacto que la pandemia ha tenido para bares y restaurantes: "Hemos llegado con un coste de en torno a 100.000 persianas bajadas definitivamente, el 30% de los locales. 300.000 empleos perdidos, 450.000 personas todavía en ERTE de muchas empresas que lamentablemente no van a volver a abrir. De cada diez empleos perdidos durante la pandemia, siete pertenecen al sector hostelero".
"Tenemos un coste de 100.000 persianas bajadas definitivamente, el 30% de los locales"
El mayor coste ha sido en las zonas más turísticas, donde la caída de las ventas puede alcanzar el 80%. Pero el daño todavía podría ser mayor: el año pasado no había vacuna, pero fallar en los plazos de inmunización -con un 70% a finales de verano- podría suponer 60.000 millones menos para España, según un informe de la consultora Simon-Kucher. Un 4% del PIB de nuestro país.
Medio millón de autónomos con ayudas
La desaparición del turismo y las restricciones han azotado con fuerza especialmente a los autónomos, ya que en el comercio y la hostelería es donde se concentran la mayor parte de los trabajadores por cuenta propia del país. En la actualidad hay medio millón de autónomos que reciben el cese de actividad, la mayor parte de ellos reciben la ayuda compatible con la actividad. En el momento álgido de la pandemia llegaron a ser 1,5 millones.
De acuerdo con el presidente de UPTA, Eduardo Abad, pese a que 2020 sumó 14.000 autónomos, estos datos son engañosos: "Por sectores, se ha desplomado el empleo autónomo en la pequeña hostelería y el comercio de proximidad, actividades muy de autónomos", detalla.
"Se ha desplomado el empleo autónomo en la hostelería y el pequeño comercio"
"Se han puesto en marcha 600.000 actividades económicas y se han destruido otras tantas. Nuestro sector no está afianzado por las tarifas planas: miles de personas se meten en proyectos emprendedores que en el 80% de los casos no duran más de dos años", critica el representante de los autónomos.
Según los datos oficiales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, desde marzo del año pasado se han gastado 5.572,74 millonesen prestaciones para los autónomos y se han exonerado cuotas por valor de 2.600 millones de euros.
Un futuro incierto
¿Cuáles son las previsiones a futuro del país? Con la economía todavía 'anestesiada' y con el apoyo público -que ha disparado la deuda pública en más de 122.439 millones de euros- sustentando el mercado laboral, las previsiones son complejas. Hay cuatro millones de parados registrados, pero pueden ser más.
Desde el Ministerio de Trabajo, descartan predecir cómo evolucionará el mercado laboral: "Estamos en un escenario todavía de mucha incertidumbre que no permite hacer proyecciones", indican fuentes del departamento morado. A futuro, insisten en revisar la causalidad de los contratos para limitar la temporalidad y reforzar las inspecciones.
Para Sordo, el reto al que se enfrenta la economía española es incorporar a los trabajadores que ahora mismo se encuentran en situación de ERTE. "Pero concurren dos factores -apunta-: los coletazos de la pandemia que afectan a la hostelería y al transporte, que esto mejorará de manera natural; y los factores estructurales, ya que se aceleran los procesos de reestructuración y digitalización en el comercio o en los servicios financieros", explica el dirigente de CCOO.
La deuda pública se ha disparado en más de 122.439 millones de euros
"Las medidas no son suficientes", dice tajante la responsable del área laboral de la CEOE. "Las empresas solamente con gastos corrientes y cero facturación o fuertes medidas de restricción... Necesitan otras medidas", expresa Santos.
El Gobierno ha aprobado un paquete de medidas de 11.000 millones de euros de los que 7.000 millones son ayudas directas para estos costes fijos. "Es difícil saber si estas ayudas funcionarán", cree la investigadora de Funcas. "Hay que procurar entregárselas a empresas con dificultades y que sean viables. Si se lo das a las empresas que van a desaparecer, en cierta manera estás derrochando dinero", considera Fernández.
Para Abad, ha habido un "estrangulamiento total de la economía" y las medidas "llegan tarde". "Muchos autónomos han tenido que cerrar definitivamente y las ayudas se han estructurado por sectores de actividad con muchos que no están incluidos. 200.000 autónomos quedan fuera y muchos llevan sin facturar desde marzo del año pasado", denuncia el presidente de UPTA.
A falta de que lleguen los fondos europeos, que supondrá un importante revulsivo para la economía española, el Gobierno ya contempla un crecimiento de la economía este año de entre un 7,2% hasta un 9,8%, con el efecto de este maná de Europa. Es la previsión más optimista, ya que Funcas o la OCDE rebajan el repunte del PIB hasta el 5,7%.
Pero la nota negativa seguirá en el mercado laboral. "La tasa de desempleo no volverá a los datos de 2019 hasta finales de 2022, quizá 2023", concluye Fernández. Aquí, la vacuna tardará en llegar.