Noviembre en Benidorm, y el turismo que sigue luciendo músculo. Playas y terrazas ocupadas principalmente, por ellos: turistas británicos. "Muy agradable, adoro esto", "nos encantan los españoles, sois muy agradables" o "repetiré, voy a volver, sí"; comentan varios turistas británicos.
"De todos los ingleses que hay en España la tercera parte está en la Comunidad Valenciana", asegura Alejandro Martínez, Director EFE&ENE consulting. En 2016 la cifra de ocupación hotelera es después del verano en Benidorm un 40% mayor con respecto al año pasado.
"Este verano ha sido un buen verano, este otoño ha sido un gran otoño. Viene la gente porque estamos dando un muy buen producto a un precio asequible" comenta Miguel Ángel Martínez, Director comercial Hoteles Servigroup.
Este hotel que normalmente cerraba durante el invierno, este año no lo va a hacer. "Cerrábamos en invierno pero con la demanda del mercado inglés que hemos tenido hemos decidido abrir este invierno", añade Jorge Clemente, Director hotel Agua Azul.
Y todo esto a pesar de la incertidumbre, resumida en una única palabra: Brexit. Que ha provocado un efecto contrario a lo esperable. "Están anticipando las compras para asegurarse destino y hotel", asegura Toni Mayor, Presidente HOSBEC.
El único problema hasta la fecha se aprecia aquí. Al intercambiar libras por euros. Un 'problema' si puede llamarse así. "Realmente no, gastamos lo mismo que siempre, no nos supone una gran diferencia", comenta un inglés; "el brexit no va a cambiar mucho las cosas, nos gusta Benidorm", añade otro.
Desde el Brexit la libra esterlina ha llegado a devaluarse un 15 por ciento con respecto al euro. "Nadie sabe si la libra va a seguir depreciándose, lo que sí sabemos es que si pasa algo en negativo a nosotros sí que nos va a afectar", asegura Alejandro Martínez.
Por el momento el paraíso vacacional británico, sigue en su sitio.
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