España no es país para el turismo de lujo. No hay ninguna ciudad de nuestro país entre las 20 más caras, como sí lo son la Italia veneciana o la costa azul francesa. Esos son destinos de ensueño, pero sus precios son una pesadilla: unos 240 dólares de media por turista, según el Mastercard Economics Institute.

Por contra, España está entre los destinos más baratos. Mastercard examina los pagos con tarjeta y concluye que veranear en España es barato si lo comparamos con Europa.

Seis de los 20 destinos más asequibles están aquí y la diferencia es sustancial, porque bajamos de 200 a los 37 dólares de media de Valencia, lo que le permite al turista extranjero ponerse las botas.

España es asequible, pero también está hasta arriba de turistas, al menos es lo que dice el sector. Esto hace que se abra el debate acerca de si somos demasiado baratos. Menos turistas con la cartera más llena quizá conseguiría mejores salarios en el sector, pero también podría desplazar al turista nacional.