España acaba de adherirse al Convenio Internacional de la OIT, que aboga por garantizar que los trabajadores desempeñen su labor sin violencia ni acoso es una responsabilidad de las empresas. Hay que adoptar metodos para evaluar riesgos piscosociales de conductas y combatir el ciberacoso.
La OIT distingue entre violencia, cualquier tipo de agresión física o psicológica, y acoso laboral vinculado, demasiadas veces, a la discriminación por sexo. "No hay un perfil por sector ni profesional, lo que sí sabemos es que tienen algo en común las personas acosadas: son mujeres", expone en laSexta Catalina Vidal, secretaria confederal en CCOO.
Este Convenio amplía los conceptos de víctima y de agresor: la empresa deberá proteger a todas las personas asalariadas, autónomos vinculados a la organización, personas en formación e incluso exempleados.
Se considerará acoso laboral todo lo que ocurra en relación con el trabajo, aunque sea fuera del centro. "También se puede acosar en un cena de empresa o en casa, a través del ordenador, de una llamada de teléfono", puntualiza Vidal. Las empresas deberán cuidar de la salud y el bienestar de sus trabajadores ahora, también, con las variables que impone la OIT.
Es decir, estamos ante un nuevo convenio internacional para regular más y para proteger más a todos los trabajadores.